La acequia bajo el puente de San Isidro, convertida en un vertedero

Botellas y garrafas de plástico. Bolsas de todo tipo. Latas de cerveza y cubos de pintura. Cajas de cartón enganchadas a ramas secas. En resumen, un caudal de basura. Eso es lo que permanece estancado bajo el puente que cruza al barrio de San Isidro por la carretera CV-36 y junto a la autovía V-30. 

La imagen había sido difundida en X y este periódico ha comprobado el estado de profundo abandono de la infraestructura, ante lo cual, fuentes municipales han señalado que la competencia de limpieza del «derramador» ubicado junto a la V-30 corresponde a la Confederación Hidrográfica del Júcar.

En concreto, este canal tiene como función recoger las escorrentías –agua de lluvia que discurre por la superficie de un terreno– de las cunetas próximas, y a su vez se aprovechó por la acequia de Mislata como escorrentía de excesos de caudal, mediante una conexión lateral de ambas acequias aguas arriba.

Tal como explican las mismas fuentes, el principal problema de esta cuneta está en su tramo final, donde debería funcionar como desagüe de un azarbe de la V-30. Este tramo sólo permite la evacuación de una lámina cuando hay exceso de caudal por lluvias, por estar a mayor cota que la acequia, quedando ésta con agua estancada y por lo tanto manteniendo todas las inmundicias que flotan en la misma.

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El Ayuntamiento viene solicitando a través del Servicio del Ciclo Integral del Agua, desde mayo de 2022, la limpieza de este derramador. Se ha requerido porque la acequia en cuestión no pertenece a la red de Francos y Marjales ni a la Comunidad de Regantes de la Acequia de Mislata, según se desprende de un plano elaborad por la Confederación Hidrográfica del Júcar sobre los cauces que se han ejecutado con motivo de las obras de defensa de Valencia contra las avenidas del río Turia. 

De este modo, consultados por el abandono, en el organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica indican que tienen cocimiento de su estado y ya han iniciado los trámites para proceder a su limpieza. Entre estos trámites está el de identificar el origen y, por tanto, el responsable de que tal cantidad de residuos hayan llegado hasta allí.

«Más allá de lo que corresponde a cada administración, como pueden ser ayuntamientos y la propia responsable de la EDAR de Quart-Benagéber (Epsar), creemos que es importante denunciar la falta de civismo de la ciudadanía y que este es un buen ejemplo de la falta de concienciación y sensibilización sobre la importancia del cuidado del medio ambiente», concluyen en la CHJ.