Baraja necesita recuperar todas sus armas para la recta final de LaLiga

Como ha sido costumbre a lo largo de toda la temporada, Rubén Baraja mantiene un ojo en la enfermería de Paterna con la esperanza de que los futbolistas lesionados la abandonen lo antes posible. En las últimas semanas, son José Luis Gayà y Roman Yaremchuk, junto al lesionado de gravedad Diakhaby, los que se mantienen fuera de dinámica del primer equipo a consecuencia de problemas físicos, en el caso del capitán sufridos ante el Villarreal el 17 de marzo y en el del ucraniano sufridos ante el Mallorca el 30 del mismo mes. El Pipo los espera con los brazos abiertos, sobre todo teniendo en cuenta las últimas dos derrotas ligueras que exigen una reacción inmediata para seguir peleando Europa.

En la rueda de prensa previa al partido contra el FC Barcelona, Baraja abrió la puerta al optimismo con ambos. El vallisoletano explicó que «los dos van es sus procesos y están casi en ese punto que estamos pensando para qué semana podrían entrar y participar». La vuelta del ariete ucraniano parece más cercano, de hecho ayer ya hizo parte de la sesión con el grupo y ahora mismo no está descartada su presencia para recibir al Alavés el domingo, aunque todo dependerá de sus sensaciones en los últimos entrenamientos programados de la semana. Sobre la ‘tanqueta’, como cariñosamente se le llama dentro del vestuario, dijo que «está empezando a hacer cosas bastante intensas y está cerca de poder volver». Con Gayà se es más cauta y no estará ante el Alavés. «Esperamos que nos ayuden en esta recta final. La sensación es que la evolución de sus lesiones es positiva», concluyó.

Piezas fundamentales

Ambos jugadores son piezas fundamentales en el engranaje de Rubén Baraja. Gayà lo lleva siendo muchos años. Es el capitán indiscutible, uno de los mejores futbolistas en su posición y uno de los ‘secretos’ de este Valencia tanto en ataque como en defensa. En los últimos partidos de liga, incluso en las victorias por la mínima ante Granada y Osasuna, el equipo ha echado mucho de menos la profundidad que aporta por izquierda y sus centros al área.

El caso de Yaremchuk es distinto. El ‘9’ ucraniano, que llegó cedido el pasado verano procedente del Brujas, tuvo un inicio muy dubitativo en Mestalla pero desde hace tiempo se había ganado un sitio fijo en el once titular. Con el partido ante el Barça de la primera vuelta como punto de partida a su progresión, Roman se había convertido en el socio perfecto de Hugo Duro. Su capacidad de bajar balones llovidos del centro del campo o atraer defensas en zonas de remate para generar espacios le habían permitido al Valencia marcar varios goles que ahora se resisten más.

Desde el día que se lesionaron, ambos trabajan día tras día buscando volver lo antes posible para ayudar al equipo en esta carrera europea. Restan cinco ‘finales’, incluida una ante la Real Sociedad que es rival directo, y el Pipo los necesita a ambos para competir con las mejores armas posibles.