Ayer, un Jaume Matas serio comentó a Jordi Évole su versión y opinión sobre el caso Palma Arena e Iñaki Urdangarín. El ex dirigente popular, afirmó que jamás volvería a la política, ya que supondría la ruptura con su familia; y además dejó claro que su fianza le está costando casi 100.000 euros anuales en intereses.

El ex presidente de las Islas Baleares, Jaume Matas, ha sido y es uno de los hombres más buscados por la prensa los últimos meses. El político, que repasó su relación con Iñaki Urdangarín respecto al caso Palma Arena, y específicamente justificó la gran inversión que se hizo desde el gobierno balear en el que él era el máximo responsable. Reconoció que le interesaba 'colaborar' con Urdangarín porque "era el duque de Palma" y subrayó que esta colaboración se hizo porque pensó que era "beneficiosa" para Baleares pero, además, "valía la pena, costase lo que costase".

Matas confesó que "no hubo trato de favor, pero sí hubo una colaboración de acuerdo con lo que marca la ley", apuntó. "No hay facturas para bien o para mal porque no tenían obligación de presentar facturas (...) Nunca hablamos de dinero. Al ser una institución sin ánimo de lucro, sólo hay que ver lo que cuesta el proyecto y si se puede pagar. 1.200.000 que costaba, sí se podía cubrir", explicó.

El ex dirigente balear reconoció que su gobierno dedicó dinero público "200 millones de las antiguas pesetas" a la compra del yate Fortuna o la ampliación del Palacio de Marivent, hecho que justificó diciendo que "es una forma de devolver a la Familia Real un poquito de agradecimiento por todo lo que han hecho por nosotros".

En el cierre del programa y ante la pregunta de si no somos todos iguales, Matas aseguró que "todos no somos iguales" y a un señor anónimo, a quien puso a modo de ejemplo el nombre de Juan García, no lo hubiera recibido porque ni siquiera "hubiera tenido tiempo" mientras que al duque de Palma lo recibía "a la hora que quisiera y donde fuera".

Entrevista de Jordi Évole a Jaume Matas