Desde que se anunció a mediados del mes de julio que la localidad valenciana de Gandia era la elegida para acoger la versión española de la saga Shore de la multinacional MTV las críticas y la polémica han rodeado al programa. Los grupos municipales del PPCV y el PSPV ultimaron un acuerdo para intentar dinamitar su emisión, pero no llegó a buen puerto.
Y, pese a los obstáculos, ayer, dos meses después, se estrenó un espacio televisivo que no dejará indiferente a nadie.
Cristina «Gata», José «Labrador«, Alberto «Clavelito», Ylenia y Esteban son los cinco representantes de la Comunitat Valenciana. Abraham, Cristina «Core» y Arantxa completan el elenco de protagonistas. Todos comparten un físico privilegiado y unas ganas extremas de «vivir al límite»; además de una estética parecida.
Ocho «personajes»
Los ochos personajes televisivos han gozado de un mes de vacaciones en una casa de ensueño „equipada con una gran piscina, jacuzzi, electrodomésticos de última generación y todo tipo de comodidades„. Las peleas y los flirteos son una constante. Ylenia y Labrador parecen la primera pareja. Aunque, todo puede cambiar de un día a otro.
El formato es similar a las versiones de Jersey, rodada en EE. UU e iniciadora de la saga, y Geordie, grabada en Gran Bretaña. Para costear su estancia en la casa los concursantes han de trabajar, esta vez como camareros de un chiringuito de la zona, el Buhda bar. Camisetas estrechas y pareos son sus únicos uniformes. Deben levantarse cada dos días a las once de la mañana, horario que no casa con sus fiestas nocturnas bañadas de alcohol y a medias entre la piscina y el jacuzzi. Marcelo Belluci, uno de los responsables del programa, les advirtió de que «si falláis en el trabajo, podéis ser despedidos y expulsados».
Las panorámicas y las referencias a Gandia fueron constantes durante toda la emisión, con lo que conectar el espacio televisivo con el municipio es casi inevitable. El tiempo dirá si la promoción turística es positiva o no.
Aparte de trabajar en el chiringuito, los chicos y chicas de «Gandia Shore» también tienen tiempo de disfrutar de la noche de la capital de la Safor. Visitan las discotecas de moda y, como no podían ser de otra forma, interactúan con los clientes. Dadas las experiencias de las anteriores versiones, son conscientes de que pueden convertirse en estrellas televisivas en ciernes. En los nuevos «tronistas». Escoltados por las cámaras, no dudan a la hora de mostrar sus artes a la hora de ligar, coleccionando teléfonos como trofeos. Y también tiene tiempo de discutir y pelearse con gente de fuera de casa, en el que es, de momento, el episodio más negativo.
Una de las dos concursantes nacidas fuera de la Comunitat Valenciana (Cristina «Core») responde con las manos a ñps insultos de unas chicas cuando está fuera de una discoteca. Este tipo de episodios se repiten con bastante frecuencia en locales de ocio nocturno cada fin de semana.
Sin embargo, esta vez fue recogido por las cámaras. El equipo de seguridad separó a las chicas. Todo apunta a que tendrá trabajo en los próximos episodios de la primera temporada.
Detenciones, peleas y escenas de cama
Encerrar a ocho personas durante un mes en una casa para un programa de telerealidad no es ninguna novedad. Sin embargo, la saga shore arrasa allá donde va. Quizá el secreto resida en la elección de personajes: jóvenes musculados y chicas despampanantes cuyo principal objetivo es «disfrutar de la vida». La polémica ha perseguido a todas las versiones del espacio televisivo. Varios de los concursantes del programa americano han tenido problemas legales. Incluso Ronnie Ortiz -el cachas de la casa- se enfrenta a una posible condena de cinco años de prisión por golpear a un hombre durante una pelea y dejarlo inconsciente. «Snooki» y «Deena» „apodadas las albóndigas„ también han tenido sus más y sus menos con la ley; además de protagonizar sus propias trifulcas.
La versión inglesa se ha distinguido más por las escenas de cama compartidas por los concursantes y sus invitadas/os, aunque también se expulsó de forma temporal a dos concursantes (Gaz y Ricci) por acabar una discusión con las manos. Luego, fueron perdonados.
