La piscina cubierta de Tavernes abrirá sin la zona spa y será de gestión pública

El ayuntamiento ya está ejecutando los trabajos que permitan un servicio funcional en los tres vasos acuáticos y aparcar para el futuro otras actividades

La alcaldesa asegura que «queremos una instalación sin ornamentos, para el pueblo»

La sensación al salir de allí es que se trata de un edificio pensado para otros tiempos. Un proyecto megalómano, un mastodonte de hormigón sobredimensionado para las características demográficas y también las costumbres de Tavernes de la Valldigna (así, de hecho, lo aseguraba un informe encargado por el propio ayuntamiento), de aquellos años en los que los ayuntamientos competían por ver cuál era capaz de presentar la propuesta más espectacular para encandilar a sus vecinos sin tener en cuenta su viabilidad.

La piscina cubierta, construida durante la primera década de los 2000 y, a día de hoy, ni inaugurada ni acabada, ha supuesto el principal quebradero de cabeza de todos los gobiernos locales que han regido el consistorio en las cuatro últimas legislaturas.

Así, de hecho, lo ha reconocido la propia alcaldesa, Lara Romero, que confiesa que es uno de los proyectos «que me ha quitado el sueño» desde que ocupa el cargo. Se conoce el espacio a la perfección, ya que, cuenta, lo ha visitado en infinidad de ocasiones, tanto cuando era concejala de Deportes en la pasada legislatura, como ahora que ocupa la máxima responsabilidad municipal. Se propuso acabarla y abrirla y está en el camino.

La alcaldesa, Lara Romero, junto al ingeniero Salva Andrés, en la piscina

La alcaldesa, Lara Romero, junto al ingeniero Salva Andrés, en la piscina / Toni Álvarez Casanova

Una de las decisiones más importantes que se han tomado es respecto a su gestión. No será finalmente una empresa la que se haga cargo de la instalación una vez entre en funcionamiento sino que será el ayuntamiento quien la asumirá de manera directa. Hasta ahora siempre se había visto como una opción inviable.

En principio, el peso de la gestión recaerá en Deportes, aunque estarán involucrados otros departamentos como Servicios Públicos. El ayuntamiento tramitará una ampliación de la plantilla y tendrá que aprobar una ordenanza fiscal que regule los precios públicos para los abonos de los cursos y uso de la piscina.

Eso llegará, en todo caso, cuando finalicen las actuaciones necesarias para dejar la instalación preparada para ser utilizada, algo que también está bastante encarrilado.

Seis meses "encerrado" en la piscina

Lo asegura Salva Andrés, el técnico que, literalmente, se ha «encerrado» durante seis meses en el edificio, dedicado exclusivamente a crear un proyecto que permita, por fin, acertar en las actuaciones necesarias para que los vecinos puedan disfrutar de una obra que lo único que ha hecho hasta ahora ha sido degradarse. 

El ingeniero lo tuvo claro desde el principio: para poder abrir era necesario repensar el concepto. El edificio está y no se puede derribar, pero algunos de los servicios que se pensaron en su momento se consideran ahora totalmente innecesarios, por lo que se van a priorizar aquellas actuaciones que permitan poner en marcha la piscina, que es el principal servicio que el ayuntamiento quiere prestar.

El ejemplo más claro es la zona de spa, que va a desaparecer. La sauna y los baños turcos van a ser desmontados para aprovechar ese espacio como cuarto para almacén u otras cuestiones. Lo mismo ocurre con uno de los vasos pequeños ubicados junto a la piscina grande, donde los chorros a presión serán retirados. «Son elementos que ralentizan la finalización de la obra y, por tanto, la apertura de la piscina», señala Romero en una visita a la instalación. Por cierto, los sistemas que en su día se instalaron para el funcionamiento de las dos cabinas fueron arrancados.

Con esto, lo que quedará es una piscina grande para adultos, una más pequeña para personas mayores o con más dificultades de movilidad y una tercera, también pequeña, destinadas a cursos de natación para bebés. «Lo que buscamos es que sea una piscina funcional, sin ornamentos, un servicio útil para el pueblo», indicaba Romero.

En estos momentos se están ejecutando una serie de trabajos incluidos en el modificado del proyecto de finalización de obra. Fue un trámite necesario en el que trabajó el técnico durante medio año, porque se detectaron una serie de deficiencias incomprensibles en un proyecto de estas características. Un ejemplo es que la sala de máquinas ubicada bajo el vaso de la piscina se inundaba en episodios de lluvia copiosa y no había un sistema de evacuación, que ahora sí se está construyendo. De hecho, el agua estropeó la mayoría de los sistemas de depuración del vaso. 

Otra de las cuestiones controvertidas eran las dos pistas de pádel instaladas en la cubierta, las cuales han provocado filtraciones de agua de lluvia en el interior del edificio, como se aprecia fácilmente. Ya han sido retiradas. De hecho, es donde ahora mismo se centran los trabajos. También se va a reducir el tamaño de la cafetería y se va a adecuar la entrada principal, ubicada en la calle Mestre Sansaloni frente al colegio Alfàndec.

Eficiencia energética

Otro de los aspectos en los que pretende incidir el nuevo proyecto es la eficiencia energética. En la misma cubierta se instalarán placas fotovoltaicas con las que se aspira a que generen suficiente energía como para el autoconsumo al cien por cien del edificio, lo que sin duda reducirá el gasto de la instalación. Por otra parte, también se va a cambiar el sistema de calentamiento del agua de las piscinas. Se quiere optar por la aerotermia, que genera un consumo cuatro veces menor. Se mantiene el sistema de calderas y, de hecho, se han cambiado porque estaban rotas al no utilizarse durante más de una década, pero darán un servicio de refuerzo o emergencia en momentos puntuales.

El edificio cuenta, además, con cuatro salas diáfanas que estaban pensadas para actividades deportivas. Lo que va a hacer el ayuntamiento ahora es reparar los daños que sufren y dejarlas preparadas pero, de entrada, no se les va a dar demasiado contenido porque la prioridad absoluta es abrir la piscina. Si bien, en alguna de ellas se podrán realizar actividades que ahora mismo se llevan a cabo en el pabellón municipal. 

El plan es ubicar en ellas, a futuro, máquinas de gimansia, tanto de musculación como de cardio, para completar el recinto deportivo.

De momento, la alcaldesa no se aventura a hablar de fechas, porque como ella y el ingeniero apuntan «queda mucho trabajo».