Noche tras noche cientos de miles de personas se sientan frente al televisor para disfrutar de uno de los programas más anecdóticos de la parrilla: First Dates. El formato de Cuatro reúne a sus invitados, que buscan el amor en una romántica velada, que bien puede ir sobre ruedas, pero que también en muchas ocasiones acaba siendo un verdadero desastre. 

Los espectadores de First Dates están acostumbrados a conocer a través del programa a personajes de lo más pintorescos. A menudo los carácteres de quienes se sientan en la misma mesa para disfrutar de la cita a son demasiado incompatibles. Por otra parte, otra situación que suele darse es que la tensión sexual entre ambos se palpa incluso a través de la pantalla. Sea como sea, siempre se acaban generando situaciones de lo más surrealistas en el plató 'del amor'

El turno de Josele y Bochy

Josele y Bochy han acudido al programa en busca del amor. Él tiene 39 años, vive en Madrid y trabaja de operario de fundición. Dice de sí mismo que es un 'camiseto' porque pasa de las camisas y siempre viste con camiseta. En cuanto al amor, ha expresado que busca "tener una pareja compañera de viaje para divertirse".

En cuanto a ella, tiene 35 años y también vive en Madrid. Se define como una mujer extrovertida y carismática, a la que le gusta mucho sonreir. Josele ha sentido un flechazo nada más verle: "Es una muchacha preciosa, un bombón". Ella, por su parte, quería conocer más de su compañero de velada: "Cuéntame de ti, quiero saber todo", le pedía.

Cuando Josele ha comenzado a hablar sobre su vida le ha comunicado que el trabajo no le deja demasiado tiempo para viajar, algo que a ella no le ha gustado nada: "Me gusta que las personas tengan tiempo, el dinero no me importa porque siempre he sido independiente", le expresaba.

Algo incómodo ha sido el momento en el que él le ha confesado que no se acordaba de su nombre cuando la cita ya estaba bastante avanzada: "No me acuerdo de tu nombre, era un poco extraño". Ella se lo recuerda: "Bochy", aunque también le revela que no es su auténtico nombre pese a que todo el mundo le llama así. "No me veo capaz de pronunciar eso", replicaba él.

Poco después Bochy le contaba que hacía poco que había pasado por un cáncer: "Salgo muy poco, prefiero viajar a estar en discotecas, ya quemé esa etapa de mi vida. He sufrido un cáncer, ahora mi salud es primordial, trasnochar por trasnochar no", le explicaba. Josele se preocupaba por su estado actual, pero ella asegura que ya está bien. "Eres muy valiente, yo no sé cómo me lo tomaría, igual me hundiría", le decía él.

"Me he tenido que poner pañuelos en los sobacos"

Después de la confesión de Bochy, vino la de Josele, que podría considerarse bastante poco oportuna, y es que le revela a su cita que había tomado una medida radical por si los nervios le traicionaban: "Me he tenido que poner pañuelos en los sobacos para el sudor. Ahora estoy más tranquilo. Cosas que pasan", explicaba.

Sin embargo, a Bochy esto no le ha gustado nada, y piensa que no era nada apropiado decirlo durante la velada: "Es desagradable y más cuando vas a cenar", opinaba de manera tajante. De hecho, en el momento de la decisión final, ha tenido muy claro que no quería darle una segunda oportunidad al de Madrid.