Rayuela es el nombre de un juego -no sólo infantil- que encontramos en diversas culturas desde los más lejanos tiempos. El poder evocador de una palabra, Rayuela, nos lleva a nuestras raíces, a una cultura milenaria compartida, al flamenco; simboliza nuestra aspiración a la obra perfecta, a ser mejor ante uno mismo; y, por supuesto, alude inexorablemente a la novela del mismo título de Cortázar. Oliveira, el protagonista de esta novela, busca siempre algo que no sabe qué es pero que necesita: la vida y, por añadidura, el proceso creativo, como búsqueda.