Iggy Rubín, cómico de stand up profesional, se compromete a la puesta en escena de un monólogo humorístico en la fecha indicada. Como ya es tradición en esta suerte de espectáculos se sucederán ideas jocosas, anécdotas comprometidas y destellos de genialidad inspirados por lo imprevisible.

La tecnología holográfica aún no ha llegado al grado de desarrollo necesario para que la asistencia al evento pueda ser remota. Es decir, el espectador tendrá que desplazarse hasta el local y relacionarse con desconocidos.

Iggy Rubín se hace cargo de que compartir tiempo y espacio con «la gente» suele ser incómodo y deprimente para todos, así que dará lo mejor de sí mismo para trasladar vuestra atención y espíritu a la estratosfera de la diversión.

Para que todos nos llevemos bien es conveniente avisar de que el espectáculo contiene referencias a capítulos vergonzosos de la historia de la humanidad. Hay buenas personas que no disfrutan especialmente de estos chistes, llamémoslos «delicados», y hay otras buenas personas que se conceden a sí mismos el disfrute de pensamientos abominables entendiendo que esp para nada compromete su capacidad para distirnguir el bien del mal. Ambas pueden introducir «iggy rubin» motor de búsqueda Google y decidir por los resultados y su buen criterio si este show será de su gusto.