La televisión actual vive una notable revisión de los clásicos del cine de terror gracias a series como 'True Blood' o la ya finalizada 'Entre fantasmas'. A ellas se suma estos días 'Casi humanos', versión norteamericana del éxito británico del mismo título. Con tono dramático, elementos de suspense y horror y algún quiebro humorístico, el serial, enfocado hacia la audiencia juvenil, convierte en compañeros de piso aun vampiro, un hombre lobo y a un espíritu con problemas de amnesia, todos veinteañeros.

El apartamento está habitado por una joven fantasma que ha quedado atrapada entre sus muros y manifiesta terror a salir a la calle. Parece probable que haya sido asesinada allí y, desde entonces, vive condenada a la soledad, pues no hay muchos interesados en alquilar el piso. Hasta que llega Aidan, vampiro con siglos de antigüedad, que reniega de su vida como chupasangre y quiere emplearse en un hospital para redimirse. Le acompaña un hombre lobo que, al descubrir su naturaleza, se aleja de su familia para no ponerla en peligro. Lleva francamente mal lo de despertarse tras una noche de luna llena, desnudo y en cualquier sitio, con sabor a sangre en la boca.

Los creadores del producto, Jeremy Carver, Anna Fricke y Toby Whithouse, llegan fogueados de series como Sobrenatural o Dr. Who. A los protagonistas masculinos se les conoce más por sus papeles en cine. San Witwer, el vampiro, ha destacado en filmes como La niebla; Samuel Huntington, el hombre lobo, en el último Superman. Ambos, junto a la canadiense Meaghan Rath, van camino de convertirse en sex symbols televisivos de nuevo cuño.