"Hay que pedir ayuda con el cáncer; existe y te hace a salir adelante"

"Necesitaba ayuda psicológica y económica porque el cáncer puso mi vida patas arriba". Toader Frunza se muestra así de claro al relatar su experiencia con el cáncer de colón. Tiene 51 años y le diagnosticaron la enfermedad el 20 de enero del 2023 y, dos horas después, estaba en la mesa del quirófano para someterse a una operación urgente porque su cáncer estaba en fase final 3 y en principio de fase 4. Un año y cuatro meses después, reconoce que "la vida te cambia totalmente" porque lo ha pasado "muy mal".

Al comenzar el tratamiento, su oncóloga le recomendó acercarse a la Asociación Española contra el Cáncer porque consideró necesario que recibiera ayuda psicológica. Visitó la sede en Utiel; reside en Requena y le pillaba cerca. "Ha sido un balón de oxígeno, un impulso durante estos meses", confiesa. Él es una de las 9.354 personas atendidas por Cáncer Valencia a lo largo del año 2023; pacientes y familiares que han recibido un total de 42.775 atenciones, una cifra récord para la entidad que, solo en un año, ha aumentado un 34 % las ayudas prestadas.

El gran equipo de Aitana Mas

Cáncer Valencia atiende a una cifra récord de 9.354 personas en 2023

El perfil más atendido es el de mujeres de entre 45 y 65 años en tratamiento activo. No es el perfil de Toader, aunque el doctor Antonio Llombart quiso ponerlo de ejemplo para resaltar la importancia del cribado de cáncer de colon, mucho menos extendido que el de mama. "Hay que afianzar una cultura" del de colon entre los 50 y 55 años porque el "40 % de personas no participa" ,reconoce Llombart, a la vez que explica que es un cribado "más complejo" y con mayor gasto frente a su efectividad.

Compartir las emociones

En el caso de Toader, necesitó asistencia psicológica para que le ayudara con los problemas del día a día, hablar de asuntos que no se atrevía a compartir con su familia. "No puedo dormir y tengo mucho miedo", reconoce. Vive vconincertidumbre, pensando en "qué pasará mañana", y con el temor de ver a sus compañeros de quimioterapia fallecer. "Ya han sido tres -, explica-. El último de ellos ha sido especialmente duro porque lo acompañaba a terapia o a la consulta porque estaba muy débil".

Los psicooncólogos de la AECC han dado respaldo a 3.341 personas a lo largo del 2023 de forma individual y, también, a través de los 63 grupos terapéuticos, cuyo objetivo es aprender a gestionar las emociones, el duelo o el miedo a la recaída. Para Toader ha sido esencial y continúa siéndolo porque le han detectado recientemente una mancha en el pulmón. Pero, desde la entidad, también ofrecen acompañamiento a los pacientes y familiares, a través del programa de acompañamiento del que se han beneficiado 4.382 personas, casi el doble que en 2022. Uno de los puntos fuerte de este programa es la facilidad para pernoctar durante una noche, la primera tras someterse al tratamiento, en un apartamento o una habitación de hotel facilitada por Cáncer Valencia porque, como explica Tomás Trenor, presidente de Cáncer Valencia, "muchos pacientes de fuera de València no puede desplazarse hasta su municipio antes de recuperarse mínimamente".

El impacto económico

Convivir con el cáncer tiene connotaciones económicas. Hace un par de meses, Cáncer Valencia reveló que un cuarto de los valencianos enfermos de cáncer pierde su trabajo. Toader no ha perdido su trabajo, pero su mujer sí; tiene depresión desde su diagnóstico y estuvo siete meses sin poder salir de casa. "Nos hemos quedado sin nada, con mi baja de 800 euros y el paro de mi esposa", relata, antes de confesar que esto le ha hecho "venirme completamente abajo". "Trabajaba entre 12 y 14 horas entre mis dos trabajos y teníamos dinero suficiente para pagar la hipoteca y el préstamo de una reforma, pero ahora es casi imposible", explica. Y añade: "Nos hemos quedado sin nada".

Para rebajar sus necesidades financieras, ha contado con la ayuda de familiares y amigos; también de la asociación. A lo largo del 2023, ésta destinó 260.000 euros en ayudas económicas de emergencia a 257 personas, un 50 % más que el año anterior. Trenor reconoce que la inflación "ha repercutido especialmente en los hogares con mayor vulnerabilidad" porque las familias con pacientes de cáncer, además de reducir su nivel de ingresos, tienen que destinar de media entre 150 y 300 euros mensuales a tratamientos u otras consecuencias derivadas de la enfermedad".

¿Cómo valora Toader la ayuda recibida? "Quiero decirle a todo el mundo que busque ayuda; existe, aunque yo no lo sabía", afirma rotundamente. Y concluye: ""Hay que luchar a pesar de lo duro que es porque se puede salir adelante".

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