Demócrates Valencians quiere ser en la Comunitat Valenciana lo que el PNV es en el País Vasco o Coalición Canaria en las islas. Ellos lo llaman "valencianismo centrista" frente a la amenaza de "antivalenciana" que supone Vox. Su fuerza política, tanto en implantación como en resultados, no obstante, se encuentra a años luz de la de los jeltzales y por eso, de cara al ciclo electoral que se abrirá en 2023 se encuentran en búsqueda de posibles compañeros de viaje.

Su estrategia, aprobada en la reunión de su Comissió Executiva en València este fin de semana, señala que este año la formación "pulsará las alianzas electorales en el arco parlamentario autonómico para consolidar la presencia efectiva del valencianismo centrista ante la irrupción de Vox en las instituciones valencianas". Su objetivo, dicen, es intervenir en la realidad parlamentaria.

Y de los partidos que tienen representación, a quien miran con mejores ojos es al PSPV de Ximo Puig. De hecho, la dirección de la formación considera "por amplia mayoría" que la figura del actual president de la Generalitat, Ximo Puig, es la que "representa la opción más moderada, sensata y autonomista del actual sistema político valenciano".

Según explican en la formación, la propuesta "eminentemente antivalenciana y contraria a los intereses y la identidad de nuestra tierra" que representa Vox "ha de contar con el posicionamiento del espacio valencianista y pragmático que representa Demòcrates Valencians" y esta para el partido pasa, de momento, por la figura de Puig.

Más allá de esto, Demócrates Valencianas ha dado luz verde en el ámbito europeo a la integración del partido en los Europeans Democrats (PDE-EDP), el partido centrista de la UE formante del grupo parlamentario europeo Renew Europe, en el que también se encuentran tanto el PNV como Ciudadanos.