Pasado mañana Mauricio González, vestido de cintura para arriba de Príncipe Albrech y desnudo de cintura para bajo, establecerá un puente entre el ballet clásico El lago de los cisnes con Boys in the sand, película de cine porno gay realizada por Wakefield Poole en 1970. Poole fue bailarín de los Ballets Rusos de Montecarlo que redirigió su carrera hacia esta segunda especialidad.

El montaje escénico que llega a Las Naves adquiere la forma de conferencia performance o estudio de las dos obras en el que González compara en escena y con la ayuda de un vídeo las similitudes entre personajes y situaciones de ambas obras, el ballet clásico y la cinta erótica, expone la tesis de que el pasado artístico de Poole se refleja en su forma de hacer porno.

Un día antes, mañana, Las Naves organiza la mesa redonda Coreografías Pornográficas, sobre postporno y danza, en la que se abordará el complejo vínculo entre danza y erotismo a través del trabajo de los ponentes, que expondrán su punto de vista y experiencias. «Es una pieza que interroga directamente y sin tapujos la representación coreográfica del sexo», apuntaba Guillermo Arazo, responsable de programación del centro. En el debate participarán el propio González; además del artista especializado en performance Abel Azcona; el artista interdisciplinar Saul Selles y la gestora cultural Carmen Bueloha.