De ascendencia libia y tunecina, esta actriz madrileña de 1986 ha logrado, en apenas cinco años, destacar entre las nuevas estrellas nacidas en televisión. Tras su paso por 'Con el culo al aire' o 'El corazón del océano', ha sido su personaje en 'El Príncipe', de final inminente, el que le ha dado el espaldarazo definitivo.

Con las alegrías que le debe a su papel de Fátima en El Príncipe, ¿le va a costar decirle adiós?

Claro, está siendo muy importante en mi vida, pero debo aprender a pasar página. Otras cosas vendrán.

¿Estaba preparada para la fama?

Nunca se está. Nunca esperas ese aluvión de personas felicitándote o mostrándote su cariño. Mientras no afecte a tu vida privada, está bien.

¿Cree que ha mostrado una imagen distinta de la mujer musulmana?

Creo que hay muchos prejuicios. No todas son apocadas ni sumisas. Hay mujeres árabes muy libres.

En un momento tan difícil para su profesión, ¿se siente orgullosa de lo conseguido en tan poco tiempo?

No creo que no me merezca lo que me está pasando. Llevo años luchando para lograrlo. No creo en la suerte. Creo en el trabajo, en la constancia, en la perseverancia.

¿Algún día quiso tirar la toalla?

Nunca. Ser actriz me hace mejor persona. Y si me apuran, hasta más inteligente. Vivo cosas que la mayoría de la gente ni imagina.

¿Cómo recuerda su primer día, ya profesional?

Como un desastre. Mentí en la escuela para ir a rodar un capítulo de la serie El síndrome de Ulises. No sabía manejarme. Me desbordó.

¿Y ahora qué ambiciona?

Ir a buscar ese papel que merezca la pena. Ya esté en Croacia, en Italia o en París, donde me gustaría estar una larga temporada. O en Marsella. Me encanta viajar.

¿Navega por internet?

Claro. Es un instrumento para investigar, para saciar mi curiosidad sobre literatura, sobre música.

¿Es activa en las redes sociales?

Sí. Son instrumentos muy potentes que facilitan el contacto con tus seguidores. No tuiteo a diario, pero procuro no desatender. Es lo menos.

¿Qué está leyendo?

Acabo de releer Bodas de sangre por puro placer. Prefiero volver a leer Edipo rey que comprar el best seller de moda. Es que ni lo hojeo, vaya.

¿Adicta a las series?

Claro. A Homeland. A True Detective. A algo me que ponga de los nervios.

O sea, que de discotecas... nada

Es que soy muy diurna. En verano trasnocho más, pero no soporto esa sensación de irme a la cama habiendo perdido el día. Para mí es un placer haber removido un poco el mundo antes del almuerzo.

¿Con qué detesta perder el tiempo?

No lo pierdo, pero si lo hiciera, me fastidiaría dedicarlo a algo que no fuera ni creativo ni productivo. Me aburre la burocracia y no soporto las colas, pero si hay que hacerlas, procuro entretenerme y mientras espero, observo, imagino...

¿Qué le hace torcer el gesto?

La injusticia. Que los niños sufran. Antes esto nos conmovía. Ahora parece que todo da igual.

¿Qué necesita cuando se enfada?

Que me dejen sola.