Empezaste desde abajo trabajando como friegaplatos ¿Te imaginaste alguna vez ganar un concurso como «MasterChef»?

Para nada. Ha sido como un sueño. Ni siquiera esperaba que me cogieran en el casting (ríe). Disfruté mucho en momento en el que me nombraron subcampeón.

¿Qué te llevas de esta experiencia en televisión?

Me llevo a mis 16 compañeros y a todo el equipo del programa, tanto el que se encontraba ante las cámaras como el que formaba parte del equipo técnico. Pero lo que más me llevo, y es lo más importante, es el aprendizaje que ido acumulando durante MasterChef. Ha sido una experiencia muy positiva, en todos los sentidos.

¿A pesar de la dureza del jurado en algunos momentos?

Incluso a pesar de eso. Estar en el programa me ha ayudado a crecer como persona. Sobre todo a valorarme a mí mismo. Hubo momentos de flaqueza, porque yo nunca había estado antes compitiendo a ese nivel y ante un jurado tan estricto. Pero llegó un momento en el que dije: «Ángel, para de hacer el tonto». Y tiré hacia delante.

Ya has cumplido tu sueño de dar el salto a la cocina ¿Cuál es tu próximo reto?

Me quedan muchas cosas por hacer. En octubre me trasladaré a San Sebastián, donde empezaré, gracias al programa, el Máster en Pastelería del Basque Culinary Center (BBC), uno de los mejores del mundo. Pero antes me quedaré por Valencia durante el verano para estar con los míos y para adentrarme en el sector gastronómico de la ciudad. Mi intención es ponerme en manos de personas que sepan mucho de cocina y formarme como cocinero durante tres o cuatro años. Luego, me gustaría abrir mi propio restaurante. Apostaré por la cocina de vanguardia en Valencia. Me gustaría experimentar hasta los límites que me marque mi propia mente, ya que la cocina no tiene techo.

¿Cómo fue tu experiencia con Quique Dacosta? Realmente acertaste su plato en la final...

Quique siempre ha sido un referente para mí. Sobre todo por su trabajo en investigación culinaria. Es capaz de experimentar con lo que sea y transformar platos tradicionales valencianos, como la paella o el arroz al horno, y reformularlos. Lo veo muy parecido a mí, ya que es ambicioso y también atrevido. Mi gran sueño sería trabajar en su cocina, pero aún me queda mucho camino por delante.