Pelayo Díaz, el estilista más popular de la pequeña pantalla y ya reconvertido en todo un icono de masas -con legión de fans incluída llamada 'pelayers'- ha presentado su libro con un adjetivo con el que se define: Indomable.

El popular rostro de Cámbiame, blogger y apasionado de la moda nos muestra en estas páginas cómo ha sido su vida hasta convertirse en lo que es a día de hoy. Un camino para nada sencillo, con tintes de bullying en su juventud, pero que le han hecho más fuerte, aunque asegura que para nada le diría algo a todos los que le pusieron piedras en el camino: "Lo guay es que esa gente que tanto me machacó, no les tengo que decir nada. Se enteran ellos solos".

Su vida en Oviedo, Barcelona, Londres y Madrid, todo un recorrido para cumplir uno de sus sueños, ese que ha variado desde que quisiera tener su firma de moda a dedicarse plenamente a la televisión. El estilo Pelayo Díaz siempre ha destacado cuando grandes marcas contaban con él para sus campañas, desvela sus influencias, sus películas favoritas y las historias de sus tatuajes. Un Pelayo sincero que ha querido mostrar quien hay tras las cámaras.

Bueno Pelayo, cuéntanos. Este libro que además ya ha creado mucha expectación... ¿Cómo está siendo?

Es un proyecto que surgió así como, no de casualidad, pero un poco inesperado también. Creo que es por eso que me agarré a él. Porque quería que saliese adelante. A mí no me gusta los planes de 'ay, vamos a hacer algo' y luego no hacerlo. Yo si tengo una reunión y quiero hacer algo, hasta el final. Ha llegado el día del lanzamiento y sale en todas las librerías de toda España, y me parece que ha pasado súper rápido. Y mira que hemos trabajado duro, pero ha sido tan divertido... Me hacía mucha ilusón las reuniones con mi editora Vanesa, con el diseñador gráfico... Era todo como, no sé. Me sentía como un niño haciendo algo por primera vez.

¿Cómo te vino la inspiración de mezclar las fotos de toda tu vida con texto?

Yo creo que la inspiración es un poco por mis diarios. Pego una foto, luego escribo, luego me acuerdo de otra cosa... Es un poco que la gente tenga la sensación de que está teniendo una conversación conmigo. Más que leer un libro o una novela, que vea como mi mente es un poco aleatoria, por así decirlo. Como si nos fuéramos de viaje y los temas fueran surgiendo. No hay orden cronológico, es un poco libre.

¿Qué les dirías a día de hoy, tal y donde estás, a las personas que se metieron contigo?

¿Sabes lo guay?, que no les tengo que decir nada. Porque me ven todos los días en un programa de máxima audiencia que nos ven casi dos millones de personas, y ahora por si fuera poco en todas las librerías. Lo guay es que esa gente que tanto me machacó, no les tengo que decir nada. Se enteran ellos solos.

Pero tienes a los que te quieren, los 'pelayers'.

¡Exacto! Al final hay que quedarse también con la gente que te apoyó siempre. Está bien que te hagan fuerte las personas que te machacan, pero siempre ha habido gente a mi lado que creía en mí. Amigos, familiares, incluso profesores. Tenía un profesor maravilloso... Pero como decías ahora la legión de fans que se han llamado a ellos mismos los pelayers, la verdad que parece mentira, pero cuando tienes un día flojito y lees dos o tres mensajes, dices jolin, pues igual a lo tonto estoy haciendo algo guay por otra gente que o lo está pasando mal, necesita inspiración o que digan venga que tú puedes. Así que siempre tanto en la televisión, en mi blog como en el libro, quiero que el mensaje siempre sea positivo.

Pero tu libro es demasiado positivo. Es como el súper sueño americano... ¿No crees que eso luego hay alguna persona que le puede costar eso de conseguirlo?

Yo creo que si tú proyectas las cosas de verdad, creo muchísimo en la visualización. No es una filosofía que haya leído ni nada. Yo siempre que he visualizado las cosas que quería conseguir, hombre, no se te cumplen en un chasco de dedos. Hay que estudiar, hay que trabajar, hay que estar ahí día tras día. Y al final ha surgido como esperaba o de otra manera. Por ejemplo, yo nunca he querido trabajar en televisión ni nunca he visualizado. Pero como quería ser diseñador y quería trabajar en la moda, al final acabas haciendo una cosa que disfrutas muchísimo, que te encanta y todavía mejor. Entonces sí que suena un poco como el sueño americano, pero de verdad pienso que con trabajo, con ilusión, con alegría incluso te diría, se consiguen las cosas.

¿Y te visualizas con una firma de ropa, por ejemplo?

Eso era lo que quería antes. Ahora me visualizo con un programa. Me gustaría ser presentador, seguir publicando libros... No sé, me gustaría también dejándome sorprender un poco por la vida, no planearlo todo. Trabajando muchísimo y madrugando muchísimo.

Tienes esa dualidad de que te machacaban de pequeño y del sueño americano, pero luego pegas unos cortes y unas frases indignantes. ¿No te da cosa cuando dices esas cosas a la gente?

La verdad hay muchas veces que me arrepiento de cosas que digo, porque sé que la gente que me conoce entiende que muchas veces ya no es solo lo que digo sino con el tono. No tengo maldad realmente, pero suena muy a maldad. Me arrepiento muchas veces por el tono como lo digo, porque la persona se queda como flasheada. Pero nunca lo digo para mal. Igual lo digo porque me han dado caña de pequeño y me ha servido. Muchas veces es bueno que te digan algo que no te esperabas, que te meneen por así decirlo. Igual hoy no, mañana tampoco, pero dentro de un año esto que te han dicho que te ha chocado tanto te sirve para algo. No lo hago de una manera gratuita o intento que no sea por ofender. Nunca querría ofender a nadie y menos alguien que no conozco. Por educación casi, vamos.

Y cómo lidiar con un caso muy chungo en Cámbiame como aquella señora que le parece hasta indignante trabajar de chacha...

Pues mira, estas sí que son indomables, pero indomables para mal. Hay gente que no tiene un cambio, es que tendría que tener una reeducación. Ya no es un cambio de ropa que necesitan. Hay mucha gente que tendría que replantearse la vida de otra manera. Obviamente que tenemos casos excepcionales y casos malísimos que dices por qué habré cogido esta persona. Pero como en la vida hay gente que conoces y luego te decepcionas, y hay gente que está contigo hasta el final.

¿Cómo vestimos los españoles?

Vestimos muy bien. Si tengo que tomar ejemplo, en general muy bien. Sobre todo en el norte.

¿Por qué no cambiáis a gente que va bien pero querrían sacar más potencial de ellos?

Yo creo que no. De hecho dicen mucho que cogemos a gente que no se merece tanto el cambio porque van bien vestidos. Pero siempre intentamos hacer una balanza porque como no podemos coger a todo el mundo, cuáles es su historia, cómo va e intentas hacer un poco de esa persona lo necesita, no solo porque tenga un dramón le vamos a cambiar. Nos da muchísima pena, pero hay gente que a veces no tiene tanto drama pero tiene un potencial increíble. Y de verdad hay que dar el ejemplo, hay mucha gente viéndonos y no solo por esta persona sino por todo mundo que nos está viendo.

Luego después cuando esa gente se cambia, ¿seguís haciendo cosas con ellos?

Sí, hacemos un seguimiento. De hecho acabamos de grabar el aniversario de Cámbiame y viene un montón de gente a contarnos.