Hubo un tiempo en que no existían efectos especiales tan realistas como en The Walking Dead pero sobraban imaginación y ganas de asustar. Las series de terror no se conformaban con una historia y cada capítulo provocaba escalofríos con una trama diferente.

Hoy, con esta propuesta, se recuperan algunas de las series más míticas que ha dado el género, cinco títulos imprescindibles que contienen cientos de historias para no conciliar el sueño.

«Masters of horror»

Entre 2005 y 2007 numerosos directores del cine de terror como Wes Craven o Tobe Hooper se turnaron para contagiar a los 26 episodios de esta serie de su estilo personal y de la calidad de la gran pantalla.

Durante dos años, esta serie aprovechó las mayores libertades de la televisión por cable para emitir escenas de bastante violencia.

«Alfred Hitchcock presenta»

Un clásico entre clásicos. El director más famoso del cine de terror y suspense daba los buenos días a la audiencia para después aterrorizarla con sus historias. Entre 1955 y 1965 Hitchcock presentó y a veces dirigió alrededor de 360 episodios que se convirtieron en una buena muestra de su maestría.

Esta serie es un imprescindible no solo para los amantes del terror, sino para todo cinéfilo.

«Historias de la cripta»

A principios de los noventa, HBO produjo esta serie basada primero en una serie de cómics y después en una película.

Duró siete temporadas y contó con directores de renombre. Cada episodio estaba introducido por un escalofriante muñeco cadavérico. Aún con sus altibajos, se convirtió en una serie de culto.

«Pesadilllas»

Esta serie canadiense estuvo más orientada hacia un público juvenil o infantil, lo cual la hace idónea para una terrorífica tarde familiar. Basada en la célebre saga de libros de R. L. Stine, perturbó el sueño a jóvenes de todo el mundo a finales de los noventa.

«Historias para no dormir»

No podía faltar el aporte español más famoso al género. Narciso Ibáñez Serrador dirigió en 1966 esta serie de terror emitida por TVE, años antes de su célebre Un, dos, tres.

Sus episodios mezclaban historias propias y adaptaciones de relatos de escritores como Bradbury o Poe. Duró dos temporadas y luego fue retomada en 1982 con cuatro episodios en color. Ibáñez Serrador dirigía e incluso escribía algunos capítulos, y los presentaba al más puro estilo Hitchcock.