El que fuera rey de España, Juan Carlos I, participó durante varios meses en la grabación de un documental sobre su vida para una productora francesa que está a punto de emitirse en la televisión del país vecino, pero que no se verá en la española.
TVE, coproductora del trabajo junto a la cadena francesa, se ha negado a emitirlo y a programarlo en su parrilla, algo que el exdirector de Comunicación de la Casa Real, Javier Ayuso, considera «bochornoso», dice.
Yo, Juan Carlos I, como así se titula el documental sobre el ex monarca, está dirigido por Miguel Courtois, y ya se ha podido ver en Francia en un estreno restringido al que el propio Javier Ayuso llegó a asistir. El periodista, en un artículo en el periódico El País, criticaba de forma incisiva y muy directa la decición de TVE de negarse a emitir el trabajo que próximamente ofrecerá la televisión francesa TF3, además en prime time.
Según explica Ayuso, «estoy abochornado por las explicaciones que dan desde RTVE para justificar que no van a cumplir su parte del acuerdo y privar así a los españoles de ver esta película», escribe Ayuso en el rotativo madrileño. Y es que el propio periodista participó en el documental, que fue grabado entre finales del año 2013 y la abdicación como monarca de Juan Carlos I en junio de 2014.
Las explicaciones que ha dado TVE son muy escuetas. La cadena pública afirma que no se ha programado en su parrilla el documental porque «no es actual», explican fuentes de dicho ente.
Javier Ayuso, que acudió al pase privado del trabajo en Francia y que pudo ver el documental ya terminado después de haberlo visto realizar en primera persona, cuenta algunos detalles del trabajo, que cuenta con declaraciones de don Juan Carlos -habló durante 5 horas en su despacho- y don Felipe.
Ayuso relata cómo el Rey opina sobre diversos aspectos de su vida mientras los responsables del documental le van mostrando imágenes del pasado en un televisor. El rey, por ejemplo, explica por qué permaneció al lado de Franco para heredar de él la Jefatura del Estado: «Si no hubiera aguantado lo que aguanté no habría sucedido lo que luego sucedió en España: la reinstauración de la democracia y de la Monarquía».
Sobre la legalización del PCE explica que «tenía muy claro que no podía haber democracia sin el PCE. Hice que transmitieran a Carrillo el mensaje, con la advertencia de que lo haría cuándo y como quisiera yo; él aceptó el trato y apoyó la Monarquía y la bandera. Luego, cuando nos vimos, me pidió disculpas por haberme llamado Juan Carlos El Breve; fíjate».
