Es una de las serpientes del verano. La polémica surgida con la utilización de animales en programas de televisión, las series que los usan por y para... Y hasta el león Cecil incluso. Lo bien cierto es que la presencia de los animales en televisión, tanto en un concurso como Vaya fauna o en una serie como Zoo, está dando que hablar y mucho.

Mediaset ha comenzado a promocionar Zoo, que emitirá Cuatro. La serie es de gran impacto por su argumento, y ya han comenzado las críticas por la utilización de animales salvajes en el rodaje.

Zoo, serie basada en una novela de James Patterson, cuenta los violentos e inexplicables ataques que sufre la población mundial por parte de los animales. Cuando la CBS estrenó la serie, el pasado 30 de junio, varias organizaciones salieron a cuestionarla. Desde entonces, se han sucedido desde varios lugares. Primero fue PETA, una organización defensora de los animales, que pidió su cancelación por la presunta explotación de los animales al rodar determinadas escenas que se podrían haber realizado a partir de diseño por ordenador.

Luego, llegaron otras asociaciones, al igual que ha sucedido con el concurso de televisión, Vaya fauna.

En el tráiler de la serie, se ve cómo los animales intentan exterminar a la civilización. La ficción está protagonizada por actores como James Wolk (The Crazy Ones), Nora Arnezeder (Maniac), Kristen Connolly (The Cabin in the Woods) o el mismísimo Billy Burke (Crepúsculo).

La caza en Zimbabue del león Cecil también ha servido para enlazar polémicas. Y todas sobre los animales y la pequeña pantalla. La última ha sido la del escritor Fernando Sánchez Dragó, quien ha hablado sobre el león en su columna del periódico El Mundo titulada «Cecil». En ella, critica al ser humano y a su crueldad hacia los animales, haciendo referencia a las noticias publicadas sobre la caza del preciado león por un estadounidense.

Pero la crítica de Sánchez Dragó ha ido más allá de lo meramente social, ya que aprovechó la ocasión para cargar sutilmente contra el programa de Telecinco al afirmar que «¡Los osos no tocan la trompeta, coño! ¿¡Vaya fauna!? Pues sí: la humana. Tomemos medidas. Leña al hombre, ese mono sin pelo, hasta que vuelva a hablar el idioma del Paraíso», dijo.