Como reza uno de los estribillos de una canción de Radio Futura, «el futuro ya está aquí». El cambio es espectacular, imparable. Se habla de la neotelevisión, de la inminente llegada de la televisión a la carta y, sobre todo, de los nuevos hábitos de consumo televisivo que empiezan a estar en auge y ser una realidad en muchos hogares. Más que futuro, ya es el presente.

El universo televisivo avanza que es una barbaridad y comienza a mutar. A transformarse por completo. El vídeo en streaming modifica cualquier conducta de consumo. Netflix, Yomvi, Nubeox o Movistar TV, comienzan a ganar y a sumar cada vez más adeptos. Y el crecimiento de estas plataformas de VoD (vídeo bajo demanda o televisión a la carta), acabará imponiéndose en España de forma imparable como ya lo hace en Estados Unidos.

Hay dos cuestiones que dejan entrever que la televisión a la carta es el futuro inmediato en el consumo audiovisual casero. Por una parte está la de la opción de conformar los contenidos a la carta, a demanda, sin tener que depender de una parrilla fija y sin cintura. Por la otra, la querencia del personal en las tarifas planas, una de las fórmulas que mejor resultado presentan.

Si Estados Unidos es el modelo a seguir, o mejor dicho marca tendencia, no hay más que mirar la fuerza del gigante televisivo Netflix, que llegará a España en el mes de octubre, y que cuenta con la nada desdeñable cifra de 58 millones de suscriptores. Sí, unos números que avalan la nueva tendencia al consumo a la carta.

Así, dentro de las opciones que van cogiendo fuerza en el universo televisivo y audiovisual, nos encontramos con Cineclick. Y es que, por sólo 9,95 euros al mes, ofrece unos mil largometrajes de varios géneros que también se pueden alquilar de forma individual a partir de 0,99 euros y durante 48 horas.

La gran ventaja que ofrecen estas propuestas es que los suscriptores pueden ver las películas en el iPad, el iPhone o en la televisión con el adaptador HDMI o A/V compatible. También está disponible para Android. No e les escapa nada.

Filmin, por su parte, es un nuevo proyecto de videoclub digital nacido años ha gracias a la unión de productoras cinematográficas como El Deseo, Alta Films o Golem. Aunque su fuerte es el cine independiente, con más de 7.000 títulos catalogados, también posee series históricas y una tarifa plana de 8 euros al mes. Similar es Filmotech, que por 6, 95 euros al mes, permite la visualización de más de 1.500 películas.

Pararelo a estas opciones, crece la demanda de televisión en diferido, en que las cifras marcadas por Antena 3 (un 15,4% de cuota de pantalla consiguió Allí abajo) están justo por delante de Telecinco (El Príncipe) y La 1 (El Ministerio del Tiempo), según los datos.