La convivencia en Guadalix de la Sierra va llegando a su fin. Tras la expulsión este miércoles de Fede, ya tenemos a los tres finalistas de 'Gran Hermano Vip'. Aguasantas, Belén y Coman se quedan en manos del público, que a través de sus llamadas y SMS decidirá quién es el ganador del 'reality' de Telecinco. Todos quieren ser los elegidos ya que el premio es la friolera cifra de 100.000 euros.

Quien se quedó a las puertas de la suculenta recompensa fue Fede que este miércoles tuvo que abandonar la casa puesto que fue el concursante que menos votos en positivo recibió por parte de la audiencia (un 3,2%). Ya en el plató, volvió a ver a su novia, Ylenia, después de que en el juicio simulado que montó el programa ella pudo ver cuánto había resaltado el italiano sus defectos como mujer. Fede volvió a mostrar su arrepentimiento e Ylenia, aunque muy seria durante toda la entrevista, dijo que le perdonaba.

Por su parte, Belén, afectada y preocupada por la ausencia de su madre y de su Miguel entre los presentes en el mitín, se puso a llorar al ver que no quedaba nadie. Algo la decía que estaba pasando algo, pero no se imaginaba que lo que sucedía es que estaba a punto de reencontrarse con su madre. Al verla, Belén salió corriendo a abrazarla.

Aguasantas salió al jardín dispuesta a volver a encontrarse con sus seres queridos, pero se quedó muy sorprendida al ver que ya no había nadie. La finalista tenía la sensación de que no podía ser posible y estalló de alegría al ver a su padre. La emoción embargó a Santy, quién no pudo dejar de llorar al mismo tiempo que le preguntaba a su padre por su familia. Ángel le dijo a su hija que todo estaba bien y que estaban muy orgullosos de ella.

Por último, Coman se llevó una gran alegría al encontrarse con su hermana Marta, quién le contó que estaban muy orgullosos de él y que hasta su familia de Guinea no para de preguntar por él. Marta le contó que todo está muy bien fuera, que están muy orgullosos de que esté en la final y que cuando salga le van a poner muy guapo.