Tras dos años alejada de la televisión Pepa Bueno ha vuelto a la pequeña pantalla con 'Un tiempo nuevo', el espacio que Telecinco dedica a la actualidad política la noche de los sábados. La periodista ha vuelto como colaborada para sentarse en la mesa de debate y hacer aquello que más le gusta, preguntar. Pepa Bueno compagina su vuelta a la televisión con el programa de radio 'Hoy por hoy', que la ha llevado a convertirse en una de las voces más escuchadas de las ondas.

En el terreno personal está casada con el también periodista José Ángel García Longás, conocido popularmente como Chimi. Juntos son padres de una niña de quince años, Manuela, que por el momento no parece seguir los pasos de sus progenitores.

Pregunta: ¿Estás nerviosa con tu vuelta a la televisión?

Pepa Bueno: El que pierda los nervios está perdido. Esta es una profesión con mucha responsabilidad social, te sientas ahí y tratas de llevar a los espectadores la verdad. Siempre se tiene un poco de nervios. Cada mañana siempre tengo un minuto en el que pienso a mí quién me ha metido en esto. Eso es importante para ser consciente de la responsabilidad que se tiene.

P: Pasas de la televisión pública a una privada...

P.B: Me encantan los cambios. TVE era una televisión tan grande que a lo largo de los años me ha permitido hacer muchas cosas. Llegar a la SER me renovó la sangre, cambiar de medio y pasar de la televisión a la radio. Es un reto nuevo, estoy encantada de venir a colaborar. Me parece valiente que un prime time se haga una puesta tan firme por la información.

P: Ahora la situación en TVE es bastante dramática...

P.B: Sé lo que sabéis todos, lo que nos cuentan los compañeros. Creo que la televisión pública juega un papel muy importante en las sociedades democráticas y es un dolor que en este país no acabe de haber un modelo concreto de financiación. Se ha vivido un retroceso en cuanto a la forma de gobernarse.

P: ¿Qué te parecen los informativos de TVE?

P.B: Allí trabajan algunos de los mejores periodistas audiovisuales de este país. Me consta que se dejan la piel por intentar contar la verdad como han hecho siempre.

P: ¿Estamos viendo a una Pepa distinta?

P.B: Muy relajada, vengo a hacer una colaboración en la que me proponen hacer el ejercicio periodístico que más me gusta, preguntar. Vengo a preguntar y a repreguntar, es una manera de volver a televisión muy agradable y estimulante.

P: Tienes libertad absoluta para preguntar...

P.B: A estas alturas de mi vida no concibo el trabajar de otra manera, me han dicho que haga las preguntas que considere que tengo que hacer. Todas las preguntas son convenientes y todo se puede formular con cortesía, nuestro objetivo es que nadie se escape por la tangente.

P: Tu marido es o ha sido uno de los responsables del gabinete de prensa del PSOE en el congreso, ¿Influirá en tu objetividad?

P.B: Tengo una carrera profesional de muchísimos años, solo hay que ver todas las entrevistas que he hecho para contestar a eso.

P: ¿Qué te indigna de la actualidad?

P.B: Me ha indignado siempre la injusticia y el maltrato de la gente en situación de debilidad. Ahora me indigna la sucesión de casos de corrupción. Estamos haciendo un ajuste con el pasado porque emergen ahora casos de corrupción del pasado. Me indigna que no haya una respuesta política clara y contundente, eso alimenta el desánimo ciudadano.

P: ¿Ves con fuerza a "Podemos" para romper el bipartidismo que existe?

P.B: Ha tenido la virtud de dar una especie de meneo al tablado político. Este fenómeno ha tenido la virtud de conectar con el estado de ánimo de una parte de la sociedad española. Vivimos un momento muy volátil, no me atrevo a hacer pronósticos de lo que ocurrirá de aquí a la primavera.

P: Teresa se ha curado del ébola, ¿Ahora qué?

P.B: Llega el momento de asumir responsabilidades políticas. El error sería pensar que se ha acabado con la crisis, nadie le puede poner puertas a un virus. Podemos tener un enfermo de ébola mañana que venga en avión y se haya contagiado allí. La comunidad científica y los médicos han aprendido mucho y están mejor preparados para enfrentarse al próximo caso. Espero que también lo estén los responsables de la administración que tendrán que coordinar la información pública que se dé para evitar la alarma.

P: Te sueles levantar a las tres y ahora los sábados trasnochas, ¿Cómo lo llevas?

P.B: No voy a librar (ríe). Cuando me hicieron esta propuesta no dudé mucho porque era la tormenta perfecta. Estamos en un año en el que mires donde mires hay cuestiones muy importantes para el futuro de España y voy a estar muy pendiente de la actualidad. Volver a la televisión es apetecible y no interfiere en mi trabajo de lunes a viernes, que es exigente y me obliga a levantarme a las tres de la mañana. Renuncio al sábado pero el sábado tampoco iba a estar sin estar pendiente de ver lo que estaba pasando.

P: ¿No crees que las tertulias perjudican a la profesión periodística?

P.B: Creo que lo que contribuye a que haya una mala imagen de la profesión es el mal ejercicio de la profesión. Sea en un informativo, en una tertulia o escribiendo un editorial. Hay tertulias donde los periodistas que hay tienen mucha información, están muy cualificados y aportan, hay otras en las que cuando te sientas a verla ya sabes qué es lo que te van a contar. Esas no me interesan nada.

P: ¿A qué político le tienes ganas?

P.B: A muchos. He entrevistado a muchos ya, me quedé con las ganas de entrevistar a Aznar, nunca tuve ocasión. Todos me parecen interesantes porque todos tienen entre sus manos liderar la salida de dónde estamos.

P: ¿Animarás a tu hija a meterse en esta profesión?

P.B: Mi hija que sea lo que ella quiera ser. A los hijos hay que desearles que tenga la suerte de tener una pasión y poder vivir de ella.

P: ¿Qué tal estás viviendo su adolescencia?

P.B: Mi hija es mucho más buena que yo cuando era niña, la estoy viviendo muy bien.