No crean que Mediaset, en este caso en su casa principal, Telecinco, echa espuertas de imágenes de motoristas dando vueltas por el circuito de Indianapolis así como así. Allí se celebro el Mundial de Motociclismo GP 2012 y un equipo de la factoría acompaña a nuestros jóvenes héroes motorizados. Pero el sello de Paolo Vasile es reconocible hasta a 200 por hora, o lo que quiera que corran esos cacharros.

Entre carrera y carrera, salsita para mojar. Nos muestran a los médicos que se encargan de las rodillas, caderas, pelvis, o perones fracturados, y lo hacen como si formaran parte de una película de suspense y acción.

A falta del inefable Antonio Lobato tienen a otro con más pelo y un entusiasmo que desde casa apenas se comparte. Le acompaña lo que pudiera ser un florero, la chica mona, Lara Álvarez, pero no crean, no lleva pompones de conejita en el culo.

Entre carrera y carrera firma reportajes turísticos por la capital del estado de Indiana.

Son de una banalidad resultona, lo menos que puede pedir la firma que patrocina la sección. Como esta, hay decenas de secciones durante las carreras. Hasta tal punto que uno cree que las motos y sus circunstancias son la excusa para colar publicidad como si no fuese publicidad. Podríamos decir que es lógico, porque tener la exclusiva de este evento cuesta un pastón y hay que rentabilizarlo.

Lo que quiero decir es que primero fue el huevo de oro €los anunciantes-, y luego la gallina €las carreras-. En un anuncio que pretende ser ingenioso entrevistan al piloto Marc Márquez para vender cerveza sin alcohol. Es tan cutre y tan falso que el trago con el que acaba es un alivio para el espectador. En otro, Jorge Lorenzo anuncia mayonesa, la especialidad de Telecinco.