A ver, ¿has probado a cambiar de cadena? Esta pregunta, casi literal, la he hecho un montón de veces en esta columna. Pero esta vez, como quizá sepan, no la he hecho yo. La hizo hace unos días Marcos de Quinto, presidente de Coca-Cola en España, que contestaba así en la Red a alguien que recriminaba a la compañía por no retirar su publicidad de 'Campamento de verano'.

En un mes, una mierda de programa, hecho con desgana, con una producción de bajísimo coste, con un plató reciclado, el mismo que usa la productora en otras mierdas como 'Sálvame', ha dado a Mediaset más alegrías que otros truños de elaborada y más costosa aspiración. En ese 'Campamento' con personajes delirantes en situaciones delirantes ha pasado lo mismo que ocurre en el resto de programas de la cadena, o sea, zafiedad y espectáculo de arrabal.

Creo que el rechazo actual, con abandono desgarrado de anunciantes que venden comida tan marrana como el programa en que se promovían, vino a raíz del baño con chocolate de una choni exploradora y de la invitación del simpático Joaquín Prat al resto para que al lamerla echaran unas risas. Oh. Intolerable. Eso es machismo. Eso es mal gusto. Retiro la publicidad, dijeron los avispados anunciantes para ganarse un huevo de publicidad gratis por su hazaña. Pamemas.

Esos mismos tendrían credibilidad si retiraran, sin más, la publicidad de Telecinco. Entre este estúpido acampamiento y parecidos espacios de la cadena no hay diferencias. De Quinto no retirará la publi de ese programa. Es coherente. No a la censura. Sí al cambio de cadena.