El encarcelado por la violación grupal ya ha sido detenido por otras dos agresiones en manada

Tres detenciones por violar a chicas muy jóvenes en manada, pero ninguna condena. Hasta ahora. El protagonista de ese 'currículum' es V. A. B. T., de 23 años y natural de un municipio de la Costera, el único encarcelado hasta ahora por la última de esas violaciones grupales, la sufrida por una chica de 18 años entre las 5.00 y las 5.30 horas del sábado, 28 de octubre, en un descampado ubicado detrás del cuartel de la Guardia Civil de la Malva-rosa, en València.

De momento, hay tres detenidos por esos hechos, el encarcelado y dos amigos suyos de la misma edad, mientras la Policía Nacional continúa realizando gestiones para localizar y arrestar al cuarto presunto implicado, un adolescente de 17 años que está huido desde que supo que la policía los tenía identificados. Al cierre de esta edición, aún no había sido capturado.

Las cámaras prueban que la chica sometida a una violación grupal fue víctima de una encerrona

Levante-EMV, que viene informando en exclusiva sobre esta violación múltiple desde el pasado 1 de noviembre, ya adelantó días atrás que los tres detenidos, que se entregaron en la unidad de atención a la familia y a la mujer (UFAM) de la Jefatura Superior de Policía de Valencia a primera hora del día 3, cuando ya sabían que estaban identificados y localizados, tienen antecedentes o bien por violencia sexual o bien por violencia doméstica, por la agresión a un familiar por parte de uno de ellos.

Un inculpado en la violación grupal manipuló a la víctima simulando que la ayudaba

Y, desde luego, el historial de uno de ellos, precisamente el único que está ahora mismo encarcelado, es especialmente preocupante. La del día 3 es su tercera detención por agresión sexual en grupo; la segunda en menos de dos meses.

Según ha podido saber este diario de fuentes de toda solvencia, V. A. B. T. fue detenido el pasado 9 de septiembre por agentes del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Riba-roja como presunto autor de la violación, junto con otros dos hombres, de una mujer con la que uno de ellos había quedado en un motel de San Antonio de Benagéber para mantener relaciones sexuales.

Los tres detenidos por la violación grupal de la Malva-rosa tienen antecedentes por violencia sexual y malos tratos

Otra vez cocaína y los 'globos de la risa'

Sin embargo, se presentaron los tres y, tras consumir cocaína y aspirar los llamados 'globos de la risa' -óxido nitroso, un anestésico en gas que se utiliza en intervenciones odontológicas-, los mismos que consumieron durante la violación grupal de la Malva-rosa, tal como adelantó este periódico, la sometieron a una agresión sexual múltiple.

La casualidad hizo que ese delito acabase en el mismo juzgado de Instrucción al que pasaron los tres detenidos el sábado, 4 de noviembre, ya que estaba también de guardia cuando la chica acudió a un hospital de València para ser atendida, lo que activó el protocolo de agresiones sexuales.

Cuando eso sucede, el hospital da cuenta de manera inmediata al juzgado de guardia de la ciudad, función que ese día desempeñaba el titular del Juzgado de Instrucción 20, el mismo que dos meses después metería a uno de esos denunciados en prisión, pero esta vez por la violación grupal de la Malva-rosa.

En la de septiembre, el juez atendió de urgencia el caso, pero a continuación se inhibió en favor de los juzgados de Paterna, en cuyo partido judicial está incluido San Antonio de Benagéber, lugar de comisión del delito investigado. A partir de ese momento, el juzgado de Paterna puso sobre el caso a la Guardia Civil de Riba-roja, que cinco días después de los hechos, esto es, el 9 de septiembre, apresó a V. A. B. T., aunque en esa ocasión quedó en libertad con cargos tras pasar por el juzgado.

La primera detención: tenía solo 16 años

Siete años atrás, en mayo de 2016, cuando tenía 16 años, V. A. B. T. fue detenido por agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Xàtiva por su participación en la violación múltiple a una niña de 15 años, caso del que ha venido informando este diario desde el principio. En ese caso, la Guardia Civil le detuvo a él, a otro menor y a dos mayores de edad, que entonces tenían 18 y 19 años.

Tal como obliga la ley, V. A. B. T. y el otro menor fueron investigados por un juez y la Fiscalía de la jurisdicción especial de Menores, mientras que los dos que ya superaban la mayoría de edad lo fueron por un juzgado de instrucción ordinario de la capital de la Costera que, una vez finalizado su trabajo, envió el sumario a la Audiencia de València para que se juzgara a los dos adultos.

Un mismo hecho, dos sentencias contrarias

Aunque parezca inexplicable, con los mismos hechos y los mismos testimonios, el de la víctima de 15 años y el de su amiga de 14 años, como testigo, los dos primeros acabaron siendo absueltos por la jueza de Menores número 1 de València que no creyó a la víctima, mientras que la sección segunda de la Audiencia de València, que fue quien enjuició a los dos mayores de edad, no solo dijo que los testimonio de la víctima y de la amiga que estaba en la habitación de al lado eran absolutamente creíbles, sino que además los condenó dejando claro que el relato de la chica era coherente, verosímil y mantenido en el tiempo. Es decir, las tres características fijadas hace años por el Tribunal Supremo para que el mero testimonio de la víctima se convierta en principal e incluso única prueba de cargo contra el acusado de un delito sexual.

La jueza incluso encartó a la amiga por falso testimonio

De hecho, el ponente de la sentencia condenatoria, que impuso en ese momento 12 años a uno de los violadores y 6 al otro, pone en tela de juicio la decisión de su compañera de Menores, que no solo absolvió a V. A. B. T. y a su amigo de la misma edad, sino que encima ordenó que se investigara a la amiga de la víctima tras deducir testimonio contra ella por falso testimonio.

Condenados los adultos de una ‘manada’ de la que los menores fueron absueltos

Por fortuna, la lógica judicial llevó a que esa causa contra esa chica, que tenía 14 años y es hija de un policía nacional que fue quien denunció los hechos tras conocerlos por boca de su hija, acabó siendo sobreseída.

El juicio, celebrado a puerta cerrada, se celebró a finales de 2018, dos años y medio después de los hechos. A principios de 2019, la jueza de Menores emitió la sentencia absolutoria para los dos menores.

"Misión cumplida"

Dos años más tarde, a principios de 2021, se celebró el juicio contra los dos adultos. El tribunal de la Audiencia de València no tuvo ninguna duda y condenó a los dos. El fallo recoge en el relato de hechos la participación de cada uno de los incriminados. Como ejemplo, una frase, "misión cumplida". Es lo que se dijeron el condenado a 12 años y uno de los menores tras chocarse la mano en señal de triunfo cuando salían de la habitación donde habían estado violando por turnos a la niña de 15 años, cuyo testimonio desgarrador, el mismo que ha mantenido desde el día que denunció, se escuchó en la sala el día de la vista oral.

"Tenía ganas de vomitar, de morirme, sentía asco de mí y de ellos, no podía respirar"

La sentencia condenatoria llegó a mediados de marzo de 2021. Pese a recoger la participación de los menores en los hechos probados, ninguno de ellos pudo ser juzgado de nuevo porque ya lo habían sido en la única jurisdicción posible dada su edad, en la de Menores.

Reducción de condena

Hace apenas un mes, justo después de la segunda detención de V. A. B. T. por la violación grupal de San Antonio de Benagéber, llegaba la resolución del Tribunal Supremo por la que se rebaja a condena a sus amigos por la agresión sexual múltiple de la Costera, en aplicación de la ley del solo sí es sí.

Rebajan la pena a dos jóvenes de una ‘manada’ valenciana al aplicar la ley del «solo sí es sí»

Al principal acusado se le ha reducido la pena de 12 a 10 años y al otro, de 6 a 5. Ambos continúan cumpliendo esas condenas en el centro penitenciario de Picassent, el mismo al que envió el juez de Instrucción 20 de València a V. A. B. T., aunque a este de manera provisional, el pasado 4 de noviembre, un día después de su detención.