Y por unos momentos se vuelve a los desniveles y tajos de la parte más septentrional del complejo Cortes-Caroig, donde solo el hilillo demográfico de la Canal de Navarrés se introduce, desde la Ribera Alta y el Marquesat de Llombai, en estos páramos. Y le dan textura y articulación. Bicorp, que tiene una estampa muy bonita, en la distancia y de cerca, tiene más cuevas y abrigos con pinturas rupestres (estilo levantino) que algunas comunidades en todo su territorio. Pero también cuenta con yacimientos paleolíticos y campos de huellas de dinosaurios de buena talla.

La agricultura de secano, el olivo, el almendro, los frutales y las granjas modernas de pollos y cerdos, articulan un poco la economía de estos pueblos, que, en el caso de Bicorp, apenas retienen seiscientos habitantes, un poco más en Quesa.

La pérdida de población no es escandalosa, pero sí constante y el riesgo subsiste, por lo que es necesaria una acción decidida para humanizar estos parajes de una belleza que sacude y conmueve, y convertirlos en algo más que una Reserva Nacional de Caza. La caza es abundante, desde luego, las cabras llegan a Sumacàrcer, pero en sus cielos vuela el azor, el halcón peregrino, el águila real.

Bicorp está sentada en una colina que tiene el río a sus pies, como foso natural. Un sol extemporáneo dora los hombros de los parroquianos que celebran el mediodía con cerveza y cacahuetes. Decido comer aquí, y mientras me zampo un bocadillo de morcillas, los dueños del bar averiguan qué hace el forastero desgastando suela en lugares tan apartados. Pues eso, tratando de que se conozcan.

Son gente moderna que va a tatuarse a Sueca. Recorro el pueblo. Aunque ni el Fraile, ni el Cazuma, ni siquiera el Grande, pese a su nombre, son ríos de gran caudal, excavan pozas y oquedades como vísceras y moldean con curvas orgánicas los estratos calcáreos. Hay un campamento (con aula de naturaleza) en Río Grande, un centro de agroturismo en Los Botijos y una zona privilegiada para hacer excursiones en Los Charcos. Algo se mueve aunque al salir de Bicorp encuentro cerros minerales comidos por la erosión.

De Quesa vienen mi tío Rafael y los Bonías que llegaron a Sueca. Las calles forman pendiente hacia el cerro del calvario y por ellas ruedan el sol de la tarde y una cuadrilla de críos ociosos que llaman a los timbres y salen por piernas (acompañados de un perro aventurero). Prim, Mola y Amadeo I comparten el callejero. Como el resto de pueblos de la zona es de plantilla árabe y llegó a perder su población por una peste, salvo los García, que persistieron y ahora les toca invitar por fiestas. Hasta hubo de trasladar a Bicorp los arreos de decir misa y los vasos sagrados. Por Navarrés (aceites, foie y productos del pato), salgo al Júcar.?

€Comer

Restaurantes y bares

Restaurante Río cazuma

Bicorp. Cocina local a precios asequibles. Tel. 963 145 299.

bar vilaplana

Navarrés. Carta sorprendente, aceites y foies. Tel. 962 266 018.

€ Dormir

casas rurales

Hotel L´Agora

Navarrés. Casa Rural El Patio. Casa de pueblo en esta hermosa población. Dispone de todas las comodidades y es una buena base para hacer excursiones.

Tel. 658 824 048.