Hay un eterno debate en torno a cuándo es la noche de San Juan. En un montón de sitios la noche del fuego tiene lugar el 23 de junio.

¿Por qué ocurre esto? Pues la explicación es muy sencilla. Siempre se ha vinculado la noche de San Juan con el solsticio de verano, pero en realidad esta efeméride astronómica tiene lugar el 21-22 de junio.

En algunos sitios entienden que el 23 de junio, cuando llegan las doce de la noche, ya es el día de San Juan y por tanto ésa es su noche. Hay algunos casos, como el de Alicante, que siempre se ha optado por considerar que la noche de un determinado día son las últimas horas de ese día (24 de junio) y las primeras del siguiente (25 de junio).

Se celebre un día u otro, lo que está claro es que la noche de San Juan es una noche mágica, marcada por el ritual del fuego y otras tantas ceremonias que poco tienen que ver con la esencia de la celebración del bautismo de Jesucristo.

Como suele ser habitual, la celebración religiosa se apoya en la secuencia ritual de determinados momentos del calendario. San Juan llega cogido de la mano del solsticio de verano, de la misma forma que las fallas lo hacen con el equinoccio de primavera, confundiendo de esta manera los orígenes paganos y los cristianos y remontando el carácter extraordinario del día a unas tradiciones que se pierden en la noche de los tiempos.

Coincidiendo con el solsticio de verano, en la noche de San Juan se conmemora el triunfo de la luz sobre la oscuridad. Más que nunca, el sol se resistirá a marcharse. Serán las diez de la noche y todavía habrá una tenue claridad. Es una velada en la que el fuego es el elemento principal, símbolo de purificación. Pedir un deseo, que una nueva relación amorosa florezca o se fortalezca y alejar los malos augurios son muchos de los rituales que se realizan.

Fuego purificador

Las playas valencianas congregan a numerosos grupos de personas bajo el abrigo de una hoguera. Una vez prende el fuego, saltan por encima, alejando así los malos espíritus. Uno de los rituales consiste en saltar varias veces la hoguera para tener protección durante todo el año. El truco está en saltar un número de veces impar. Hasta las cenizas tienen propiedades curativas para la piel.

Agua, fuente de salud y fertilidad

Cuando el reloj marca las 00.00 horas del día 23 o del 24 -seamos neutrales- entra en juego el otro elemento indispensable, el agua. A partir de esa hora se le atribuyen propiedades milagrosas. El siguiente paso es saltar las olas, pero... ¿hay alguna directriz? La respuesta es sí, saltar siete olas de espaldas y pedir un deseo al finalizar. Así se destierra toda energía negativa y las mujeres verán aumentada su fertilidad. Y no hay que olvidarse de darse un baño para tener salud el resto del año.

Otras recomendaciones sobre el agua consiste en echar agua en un recipiente y añadir un poco de sal. Se deja el envase en el exterior toda la noche y durante toda el día siguiente, para que pueda recargarse con las energías de la luna y el sol. El martes, ese agua se utiliza para limpiar el espacio que desees.

Tierra y hierbas medicinales

Otra costumbre es salir al campo en busca de hierbas medicinales a medianoche y colgarlas en la ventana de casa para recibir así la bendición de San Juan, de la misma forma que se cuelga el muérdago cuando llegan los fríos del invierno.