Espectaculares piscinas naturales libres de productos químicos recorren toda la geografía española. Su acceso es gratuito y están situadas en lugares de ensueño que propician un buen relax en vacaciones, teniendo a su vez efectos positivos sobre la salud física y mental, según lo avalan numerosos estudios científicos.

Está demostrado que el visitar ambientes naturales trae consigo una disminución de la presión arterial y la tensión muscular, y al incorporar el agua se incrementan los beneficios sobre la salud.

La tendencia a aprovechar los espacios naturales para darse un baño ha aumentado con el paso de los años. Este es el caso de las piscinas naturales, en las que entra el agua proveniente del mar, de un manantial o un río y que con la llegada del buen tiempo atraen a numerosos turistas.

Este recurso único, que apenas ha sido manipulado por el hombre, se encuentra disponible en las zonas rurales. Estas son las mejores piscinas naturales de España para disfrutar de las vacaciones de verano:

1. Fontcalda. Ubicada en la localidad de Gandesa, en Tarragona, se trata de un paraje rodeado de montañas entre el río Canaletes. El balneario, que es una gran atracción para los senderistas que se acercan al lugar, tiene en sus cercanías un santuario del siglo XIV que fue escenario de la batalla del Ebro en la Guerra Civil.

2. Aniol d´Aguja. Se sitúa en la comarca de La Garrotxa, en la provincia de Girona (Cataluña). Lo que destaca en este magnífico entorno natural es la poza del Gorg blau de Sant Aniol, que es una gran atracción turística con la llegada de las vacaciones de verano. La historia local del lugar, junto a sus leyendas, convierten la ruta en una aventura única.

3. Beceite. Rodeado de cañones formados por el río Matarraña, la ruta de Beceite está envuelta en un fabuloso paisaje que es accesible para todos los públicos. Situada en la comarca de Maestrazgo, en Teruel (Aragón), sus pozas y piscinas naturales la convierten en una de las excursiones más recomendables para realizar en la temporada veraniega.

4. El Charco Azul. El fantástico lugar, localizado en la isla de El Hierro, posee dos piscinas naturales frente al océano. Una de ellas es la denominada 'Charco Azul'. Está ubicada entre la Playa Blanca y Las Salinas de Janubio, exactamente donde se encuentran las diversas charcas de aguas cristalinas suministradas por las mareas.

5. El Caletón en Garachico. Canarias es uno de los territorios en los que abundan las piscinas naturales, siendo inalcanzable su riqueza en recursos brindados por la naturaleza. El Caletón, en la isla de Tenerife, es una piscina natural frente al océano con peculiares formas que se generaron a partir de la acción de la lava del volcán de Trevejo, que entró en erupción en el año 1706.

6. A Chavasqueira. Las termas, conocidas también como Caldas do Obispo y situadas en Ourense, se caracterizan por sus aguas, que surgen a 62,6º grados y llegan a 43º a las piscinas. Los grandes beneficios que poseen para la salud las han hecho populares entre aquellas personas que desean tratar problemas como artrosis, acné o dermatitis.

7. Garganta de los Infiernos. Situada en el Valle del Jerte, en Cáceres, esta reserva natural está constituida por 13 espectaculares piscinas naturales y cuenta con increíbles vistas a la Sierra de Gredos. El acceso a la ruta, que se lleva a cabo a través de un sendero de aproximadamente tres kilómetros, destaca por sus cascadas, pozas, flora y fauna.

8. Fuentes del Algar. Alicante alberga una maravilla que fue declarada en el año 2002 Zona Húmeda Protegida y que tiene un grado de conservación excelente. Este paraje natural con gran riqueza ecológica está provisto de servicios turísticos y de educación medioambiental. Un sendero une Les Fonts de l'Algar con el Fort de Bèrnia, construido en 1562 y donde encontramos antiguos bancales, una cueva y un corral para el ganado.

9. Las Chorreras. El lugar, emplazado en Cuenca y por el que pasa el río Cabriel, es un paraje mágico rodeado de cascadas, cuevas y pozas de atrayente color esmeralda. En el tramo desde el embalse de Villora hasta que el rio Cabriel se junta con el Guadazaón es donde se sitúan las piscinas naturales de Las Chorreras.