España esconde algunas de las cuevas más importantes de Europa. Un viaje en el tiempo a través de espectaculares simas y galerías subterráneas por las que 'perderse' y vivir una experiencia única.

Ponte el casco y el mono, y conviértete en espeleólogo por un día.

Zugarramurdi (Navarra)

Las famosas brujas de la película de Álex de la Iglesia celebraban su Akelarre en la misteriosa cueva de esta localidad navarra, ubicada en la frontera con Francia, donde fantasía y realidad se mezclan para deleite del visitante. Pese a que no contiene estalactitas ni estalagmitas, conserva ese halo mágico que le otorga el haber sido escenario de reuniones paganas en las que hombres y mujeres celebraban fiestas desenfrenadas en torno a una hoguera y bajo la luz de la luna.

El Soplao (Cantabria)

Si dejamos a un lado las Cuevas de Altamira, cuyas visitas están restringidas a grupos de afortunados de cinco personas a la semana hasta agosto, la gran joya de Cantabria es El Soplao. Fue descubierta a principios del siglo XX con motivo de la explotación de las minas de La Florida. Cuenta con más de 20 kilómetros de galerías repletas de estalactitas, estalagmitas, coladas, columnas, perlas de las cavernas€

Karst en yesos de Sorbas (Almería)

Entre el parque natural de Cabo de Gata y el desierto de Tabernas se encuentra la localidad almeriense de Sorbas. En su subsuelo hay un laberinto de cavidades excavadas en yesos, con formas superficiales únicas, como los túmulos, y espeleotemas en yeso como estalactitas, estalagmitas, corales o anillos. De las cavernas descubiertas destacan la Cueva del Agua, de más de ocho kilómetros y la Cueva de Covadura, la más profunda (120 metros).

Cueva de los Chorros (Albacete)

El Parque Natural Los Calares del Río Mundo y de la Sima se encuentra situado entre varios términos municipales de la Sierra de Alcaraz y la Sierra del Segura. Uno de sus grandes atractivos turísticos es la Cueva de los Chorros, primera cavidad de la mitad meridional peninsular y la octava en la Península, con más de 85 cavidades exploradas y 40 kilómetros de galerías con pozas y cascadas de inusitada belleza.

Complejo Cárstico de Ojo Guareña (Burgos)

Son más de 100 kilómetros de galerías subterráneas que se distribuyen en seis niveles. Ojo Guareña, catalogado como Bien de Interés Cultural desde el año 1991, alberga 190 especies de invertebrados, 16 de los cuales son únicos en el mundo. También hay restos humanos del paleolítico, pospaleolítico y de la Edad de Bronce, así como armas, cerámica e incluso huellas de pies humanos descalzos.

Tito Bustillo (Asturias)

Uno de los santuarios del arte rupestre paleolítico más importantes de Europa por sus pinturas y grabados de signos, animales y representaciones antropomorfas distribuidas por toda la cavidad. Entre sus joyas, cabe destacar el Conjunto de la Ballena (representación parcial de un animal marino que se ha identificado como una ballena) y la Galería de los Caballos, donde se pueden distinguir ocho figuras (seis caballos, un bovino y lo que parece un oso).

Gruta de las Maravillas (Huelva)

En el subsuelo de la ciudad de Aracena encontramos una de las cuevas turísticas más visitadas de España. La Gruta de las Maravillas es una cavidad freática descubierta a principios del siglo XX por un pastor, Tío Blas, que perdió una res por una oquedad del cerro, al ir a buscarla. Tiene un desarrollo horizontal con tres niveles de galerías superpuestos, decoradas por formaciones calcáreas, estalactitas, estalagmitas, columnas€

Pozalagua (País Vasco)

El mejor rincón de España en 2013 se encuentra en la localidad de Carranza, en la comarca de Las Encartaciones y el municipio más occidental de la provincia de Bizkaia. Descubierta un 28 de diciembre de 1957, en esta espectacular cueva de 125 metros de largo, 70 de ancho y 12 de altura se puede admirar una de las mayores concentraciones de estalactitas excéntricas del mundo.