En Guillem de Castro, 89, están las torres defensoras de Quart, levantadas según el modelo de las torres de Castell Nuovo de Nápoles por importantes maestros valencianos, como Francesc Baldomar y Jaume Gallent. Siguiendo la calle Quart, entre caserones y palacios, se llega a la plaza del Tossal, que alberga un museo con restos de la muralla. La plaza de Sant Jaume se divide en dos vías, la Alta y la Baja, que se adentran en el barrio del Carmen.

La iglesia de San Nicolás, el mejor ejemplo de convivencia de un templo de estructura gótica con su decoración barroca, se asoma por la calle Caballeros, en cuyo final se sitúa el Palacio de la Generalitat, construido en 1418 para recaudar los impuestos de la Corona.

Un paseo para conocer y descubrir lugares emblemáticos de la ciudad.

En la plaza de Manises está el Palacio del Marqués de la Scala, formado por dos mansiones señoriales que se fusionaron en el siglo XVIII, de ahí que haya elementos góticos, renacentistas y barrocos. A sus espaldas está la plaza de la Virgen, con la fuente del Tribunal de las Aguas, en honor a dicha institución jurídica (página 20). A ella se asoman: La Basílica de la Virgen de los Desamparados, la puerta catedralicia de los Apóstoles (s. XV) y la Casa Vestuario.

La vía que hay al sur desemboca en la plaza de la Reina, donde sobresale la torre campanario del Micalet, desde la que hay una increíble vista de la ciudad. A su lado está la puerta principal de la catedral (1713-1728), de estilo barroco y diseñada por el alemán Konrad Rudolf. Las terrazas de la plaza son una buena elección para descansar del paseo.