El más difícil todavía... con tal de conseguir un huevo frito con menos grasa y, supuestamente, más saludable. Aunque el aceite de oliva es uno de los grandes tesoros de la dieta mediterránea, son muchos los que intentan eliminar su uso como base de frituras tan típicas en nuestras gastronomía.

El último plato en dar el salto hacia los fritos sin aceite es el huevo, concretamente el huevo frito. Pero... ¿cómo va a existir un huevo frito sin aceite? Esa es la clave de esta receta que consigue un huevo prácticamente similar al frito pero con muchas menos calorías que la versión original al no utilizar grasa vegetal en su cocción.

¿Cómo preparar un huevo frito sin aceite?

En realidad, el proceso no varía mucho del original salvo por la ausencia de aceite. Sin embargo, para poder cocinar el huevo sigue haciendo falta reemplazar esta grasa por otro fluido que permita la cocción. En este caso, y aunque pueda parecer sorprendente, este líquido será agua.

En una sartén antiadherente cubrir el fondo con un poco de agua. Cuando la sartén comience a calentarse y la superficie del agua comience a mostrar pequeñas burbujas es el momento de cascar el huevo de la misma manería que se haría con un huevo frito tradicional. A continuación, cubre la sartén con una tapa que permita la salida del vapor.

En solo 1 minuto el huevo estará listo. Retira la tapa y saca el huevo de la sartén con ayuda de una espumadera.

El truco para conseguir un magnífico huevo frito sin aceite es ajustar correctamente la cantidad de agua que se emplea en la sartén. No hay que echar mucha para evitar que la 'fritura' acabe siendo más una cocción similar a la del huevo escalfado.