Un camión se lleva por delante un balcón en Manises y obliga a los bomberos a actuar

Nuevo capítulo en el drama que viven los vecinos y vecinas de la calle Rafael Valls y esquina con calle Valencia de Manises. Esta semana, un camión colisionó con un balcón de una de las viviendas (un incendente bastante habitual en el transcurso diario de esta vía del municipio) y destrozó la parte delante del elemento de la vivienda (muchos de los inmuebles cuentan con desperfectos permanentes, pues los seguros ya no lo cubren), lo que provocó la caída de cascotes a la acera.

El balcón quedó en un estado tan frágil que los bomberos tuvieron que acudir al lugar para retirar las partes que quedaban sueltas y evitar así que se cayeran encima de coches o peatones. Lo denuncian los vecinos por una cuestión de "seguridad vulnerada sistemáticamente" pero reiteran que esto no es nada extraordinario sino "nuestro pan de cada día", tal como ya esgrimieron hace unas semanas a este diario.

"Vivir en esta calle de Manises es un infierno"

Por eso, ante las continuas molestias y desperfectos que sufren sus viviendas por el tráfico continuo por su calle han decidido constituirse en una asociación, que ya está constituida provisionalmente que llevará el nombre de "Associació e Veïns del Carrer Rafael Valls i Adjacents".

El objetivo de esta nueva entidad, que cuenta con más de 40 familias y en la que esperan llegar a cerca de 70 socios y socias es llevar a cabo acciones conjuntas y sobre todo presionar al ayuntamiento para que ejecute el proyecto pendiente desde hace décadas de hacer la vía de una sola dirección y con las aceras amplias y desviar el tráfico de carga que va al polígono del Barranquet con una ronda norte que dé acceso por el barrio Socusa. Quieren alzar la voz todos a uno porque tienen claro, dicen, que en este caso, la unión hace la fuerza.

El problema del tráfico de doble dirección (que se ha agravado en los últimos meses por el corte de la carretera N-220 de acceso al aeropuerto), incluyendo vehículos de carga "que no pueden entrar dentro del municipio"; denuncian, se unen al ruido y la contaminación que sufren a diario. "Cada semana lavamos las cortinas porque se quedan negras de la polución. Todo ese humo del combustible lo estamos respirando los que vivimos aquí y abrimos las ventanas para ventilar"; denuncia Toni Vivas, secretario provisional de la asociación y vecino afectado.

Reivindicaciones

Los vecinos, hartos del tráfico, de los desperfectos en sus viviendas y del malestar de vivir rodeados de coches y camiones, colocaron hace unas semanas unas pancartas de protesta. En un primer momento las colocaron de un lado a otro de la calle pero tuvieron que retirarlas al no tener el permso de ocupación de la vía pública. Ahora, las han colocado en las fachadas de algunas viviendas.

A partir de ahora, con la asociación, quieren presionar para ejecutar el proyecto, pedir al ayuntamiento indemnizaciones por los daños patrimoniales que sufren a diario sus casas y controlar, de alguna manera, el nivel de ruido que soporta la calle.

Esos son objetivos previstos en la hoja de ruta que ahora comienza y que esperan que termine con una solución definitiva. Una que llevan esperando más de 20 años.