Obras tradicionales como "Suspiros de España" o "La verbena de la Paloma" y otras piezas vanguardistas creadas ex profeso se aúnan en un concierto, interpretado por la Banda Primitiva de Llíria, cuyas notas darán la intensidad necesaria al fuego con el que se cocinará una tradicional paella valenciana.

La iniciativa #PaellaAMúsica ha unido al compositor, director de orquesta y Premio Nacional de Música Joan Cerveró, al maestro paellero del restaurante Las Bairetas (Chiva), Rafa Margós, y al ingeniero de sonido y productor musical Vicente Sabater en la "primera experiencia del mundo de estas características".

Clarinetes, saxofones, trompetas, metales y mucha percusión, además de efectos sonoros e instrumentos no habituales serán tocados por un centenar de músicos el próximo día 29 en el teatro de la Banda Primitiva de Llíria para lograr el reto de visualizar a través del fuego las ondas sonoras con las que se cocinará la paella.

Los músicos interpretarán en directo la composición musical creada por Cerveró, que une música tradicional valenciana y zarzuela con partituras originales, y las ondas pasarán a través de un serpentín confeccionado para la ocasión avivando o disminuyendo el fuego según requiera el cocinero mientras cocina la paella.

La iniciativa, impulsada por la firma de arroz La Fallera en su afán por fomentar la tradiciones arroceras y la cultura valenciana, ha sido presentada hoy en Valencia por sus protagonistas, que la han definido como un reto "complejo" pero "divertidísimo".

Obras de tradición valenciana "La entrá de la murta", "Una Nit d'Albaes" o "Es chopà hasta la Moma" se combinan con piezas como "Suspiros de España", "La verbena de la Paloma", "La boda de Luis Alfonso" o "Agua, azucarillos y aguardiente" y composiciones originales de Cerveró para completar la hora y veinte minutos que durará el concierto y la elaboración de la paella, que será para unos 70 comensales.

Según ha explicado Cerveró, se "han secuenciado todas las músicas y se han alternado según las necesidades" de fuego en el proceso de cocinado y por ejemplo, "Una nit d'Albaes" sirve para "cuando la paella está reposando".

Para lograr el "socarrat" (el arroz quemado en el fondo de la paella) "no había una música tradicional tan rápida", así que compuso una pieza ad hoc "para que la música de repente suba con mucha percusión como un trueno final y cuando está en plena explosión lo cortamos en seco y ahí la paella está lista para sacar a mesa y disfrutar".

"No solo se aúna bandas y tradición, también modernidad y efectos sonoros", ha apuntado el compositor, que ha explicado que Margós le presentó un plan "muy científico" con las necesidades que requería en cada parte de la elaboración y han combinado la música tradicional y las nuevas para completar todo el proceso.

Margós ha reconocido que le pareció una locura pero que cuando se lo explicaron, el "concepto cobró mucho sentido" porque hablaban de lo mismo: "Hacer una paella o que una banda de música toque una obra en directo, lo haces bien o mal y se queda ahí, había muchos elementos en común en cocinar una paella y que una banda de música tocara".

Amante de las paellas a leña, Margós ha asegurado que le ha parecido muy divertido "jugar con la música" y que dependiendo del tipo que fuera "tener más o menos poder calórico".

El productor musical de grupos como Seguridad Social, Presuntos Implicados, Piratas o Efecto Mariposa, Vicente Sabater, ha explicado que la música entra a los siete tubos que forman el serpentín por donde se mueve un gas "y las ondas sonoras hacen que el dibujo del fuego corresponda a lo que se está emitiendo en sonido".

"Se va a poder ver la música a través del fuego", ha descrito Sabater, quien ha precisado que el cocinero manipulará la entrada del gas "como si tocara un piano de cola pero con su paleta".

El serpentín creado para la ocasión y basado en el principio del tubo de Rubens que permite la visualización de las ondas sonoras mide 2,60 metros de largo, 1,20 metros de ancho y un metro de altura y está hecho de hierro y cobre.