Nacho Manzano, del restaurante Casa Marcial, situado en la localidad asturiana de Arriondas y poseedor de dos estrellas Michelin, ha participado este martes en un encuentro digital con los lectores. Pincha aquí para leer el chat íntegro.

Convertido en uno de los grandes exponentes de la cocina asturiana, su trabajo se define según sus propias palabras, como "la naturalidad llevada al límite´. "Hay que tener seguridad en uno mismo y perseguir nuestros sueños. El mío fue ser cocinero en la casa que me vió nacer a mi y a mis hermanas, con el handicap que está en un pueblo, fuera de un nucleo urbano... si le preguntara a alguien en ese momento seguro que me dirían que estaba loco... y yo lo hice por pasión, nunca imaginé donde me llevaría.. y ahora Casa Marcial tiene dos estrellas Michelín", ha contado Manzado durante el encuentro.

Manzano es uno de los chefs más reputados del momento y según cuenta, decidió ser cocinero tras finalizar sus estudios de EGB. Se formó durante más de siete años con Víctor Bango en el conocido restaurante Casa Víctor, de Gijón, para después regresar a su pueblo natal La Salgar, en Arriondas, y montar en el bar de su familia un restaurante.

"No he estudiado cocina. Aprendí trabajando a muy temprana edad", explica Manzano. "No hay que dejar de intentarlo, sacando lo positivo de cada sitio donde se esté, tener mucha ilusión y ninguna barrera. Muchas veces sólo luchamos contra nosotros mismos. Querer es poder y a darle duro", añade.

En una época en la que la cocina de vanguardia está de moda, son muchos los que se siguen interesando por la cocina más tradicional. "Sin la tradición no puede haber innovación. Si no sabes hacer perfectamente unas fabas o un arroz, o una carne o un pescado no puedes innovar con ellas y hacer cosas nuevas. Ahora hay una tendencia muy fuerte hacia volver a lo tradicional, tener tu producto lo más cerca posible y trabajar métodos tradicionales. Nosotros eso lo hemos llevado haciendo desde siempre", explica Manzano.