Las verduras son una parte fundamental de la dieta mediterránea. La cantidad de estos alimentos que ingerimos, por lo general, no suele ser la recomendada. Y es que son productos poco atractivos tanto para mayores como para los más pequeños de la casa. A continuación te proponemos tres recetas deliciosas, divertidas y saludables para que comer verdura no sea un suplicio.

Minipizzas vegetales

Ingredientes: Seis bases de minipizza, una cebolla, un pimiento rojo, un pimiento amarillo, aceitunas, queso, tomate frito casero, 200 gramos de mozzarella rallada y sal.

Así se prepara: Colocamos las masas de minipizzas sobre una fuente de horno y las untamos con el tomate casero y ponemos un poco de mozzarella.

Cortamos la cebolla y los pimientos en tiras y los colocamos en las minipizzas con un poco de sal y junto con las aceitunas, formando una cara como en la foto. Horneamos en el horno precalentado a 180 grados durante 10-12 minutos.

Patatas rellenas de espinacas

Ingredientes: 4 patatas grandes, una lata de atún, 100 gramos de espinacas, dos huevos cocidos, queso rallado, agua, sal y aceite de oliva.

Así se prepara: Lavamos las patatas y las ponemos a cocer con piel en una cazuela con agua y sal durante unos 20 minutos. Ponemos también a cocer los huevos (6-8 minutos) y las espinacas (15 minutos).

Una vez cocidas las patatas, las retiramos y hacemos un corte por el medio. Vaciamos el interior en un bol y le añadimos los huevos y las espinacas picadas, el atún y un chorrito de aceite de oliva.

Mezclamos todos y rellenamos con esta mezcla las patatas. Espolvoreamos con queso rallado y gratinamos en el horno durante cinco minutos.

Pencas de acelga con jamón y queso

Ingredientes: Cinco pencas grandes de acelgas, 100 gramos de jamón york, 100 gramos de queso en lonchas, harina, dos huevos batidos, aceite de oliva y sal.

Así se prepara: Limpiamos bien las pencas y quitamos los hilos de las partes más duras. Las cortamos en rectángulos de unos cinco centímetros y las cocemos en agua y sal durante media hora.

Tras este tiempo, las sacamos y las dejamos enfriar. A continuación procedemos como si fuéramos a elaborar un bocadillo.

Sobre un trozo de penca ponemos una loncha de jamón y otra de queso y tapamos con otro trozo. Rebozamos con harina y huevo, y freímos en abundante aceite.