Pasión por Megan Maxwell en la Fira del Llibre

Colas de hora y media para conseguir una dedicatoria de la "superventas"

Largas colas en la firma de libros de Megan Maxwell en la Fira del Llibre de València

Eduardo Ripoll

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

El grupo de amigas se marcha satisfecha. Megan Maxwell l es haya firmado varios libros, les ha hecho preguntas, se ha hecho fotos, les ha dado las gracias, les ha hecho recomendaciones y no ha puesto mala cara en ningún momento. "¿Cuanto tiempo hemos hecho de cola? Hora y media". Pero les ha valido la pena. Sobre todo si se piensa en los desganados autógrafos-rayajo que se consiguen en la puerta de una ciudad deportiva si el futbolista de turno tiene a bien bajar la ventanilla. Con el precio de una camiseta hay para cinco libros. Son diferencias. La matinal del sábado era Fira del Llibre. Un maremágnum humano "Good Morning, Vietnam" que el director Manolo Gil ve con satisfacción pero menos que la buena salud general del certamen. 

Desde Elche adrede

Megan es la superventas del momento y la cola va desde la Alquería hasta la Rosaleda. De un público disciplinado. "¿Te ha gustado?" "Ah, aún no lo has leído", "Recuerda que es una adaptación", "¿Cómo te llamas?" "¿Foto?, Claro, claro". Con un público especialmente femenino, ejerce el particular fenómeno "Idol" en versión de papel. "Venimos desde Elche" dice una familia mientras la hija, adolescente de nuevo cuño, saca media estantería de una bolsa. "Estará hasta que quede el último por firmar" asegura el director de la Fira. "Sí que hay un momento que se les dice que, si vienen con varios libros, firmen uno porque si no, se hace tardísimo".

Espectacular aspecto de la Fira

Espectacular aspecto de la Fira / Eduardo Ripoll

Y con orden. El libro fan es disciplinado. Maxwell, que ahora convierte en oro todo lo que toca, ha sido la principal atracción de la jornada sabatina aunque, por ejemplo, Eloy Moreno también estrenó la cola a primera hora y prolongó la sesión de autógrafo y foto hasta bien entrado el día. Lo mismo que el particular Juvenalia: Selene de Pascual, Iria Parente, Pol Ibáñez y Luna Javierre, cada uno con su correspondiente y disciplinada cola. Y así, todos en un sábado caluroso, que llegaba después de un inicio de Fira inusitado. "Hay puestos que nos han dicho que han facturado hasta el doble respecto a los mismos días el año pasado. Que el sábado esté lleno entra dentro de lo previsto, pero es que el jueves, el viernes, parecía que estábamos ya en fin de semana. Es una locura". Conclusión: "La gente sigue comprando libros". 

El libro está en plena forma

El libro está en plena forma / Eduardo Ripoll

Fans por comunidades

"Apostamos mucho por los jóvenes", que tienen su particular fenómeno fan. "Pero no solo es esto". Ahora hay que aprovechar también lo que llega con la modernidad: las comunidades. "Se citan por redes sociales". Y no solo los superventas. "Es que los más literarios también tiene mucho éxito. Aramburu, Pérez Gellida... o Sara Torres, que presentó su libro ante trescientas personas y luego estuvo firmando hasta casi las diez de la noche". 

Y siempre pasan cosas. Porque la cola de Eloy  

Moreno compartía espacio con cientos de niños viendo delante suyo al Grúfalo -cómo debio sufrir con las altas temperaturas-, quien luego salía a hacerse fotos entre la multitud. Los 59 años de Fira, que conviven con los 39 en Viveros. "Son diez días y diez días funcionando. Y los libreros están contentos".