p>Lluís Homar ha conseguido esta noche el Goya a la mejor interpretación masculina de reparto por su papel de androide en la futurista "Eva", de Kike Maíllo, tras imponerse a sus competidores Juan Diego por "23-F. La película", Juanjo Artero por "No habrá paz para los malvados" y Raúl Arévalo, por "Primos".

Homar, que ha recibido el galardón de manos de Silvia Abascal y Miguel Ángel Silvestre, ha reconocido que siempre se ha sentido querido y respetado por la profesión, pero se ha declarado "feliz" porque esta era su primera nominación.

Se trata del primer "cabezón" que consigue el actor catalán, que ya atesora el Ondas y el Premio Especial Sant Jordi, y cuenta, entre otros reconocimientos, con nominaciones en los Fotogramas de Plata, los Gaudí, la Unión de Actores y los Max de teatro.

"Antes de nada, dejadme compartir este premio con mis niños, que son mi vida y mi tesoro", ha afirmado Homar, quien ha dedicado el galardón a "todos los auxiliares de departamentos, que aportan ese entusiasmo y a quienes no se les puede dejar de lado", al tiempo que ha hecho una mención especial al director Montxo Armendáriz.

Actor de teatro, cine y televisión, y director escénico, este barcelonés de 54 años ha trabajado para los más prestigiosos directores, desde Pedro Almodóvar ("La mala educación", "Los abrazos rotos"), a Montxo Armendáriz ("No tengas miedo", "Obaba"), pasando por "novatos" como Emilio Aragón, o Kike Maíllo, que le han reportado sus papeles más inolvidables.

Es igualmente reconocido y recordado por su papel de Rodrigo en "Los Borgia" (2006) y de Ricardo, en "Valentín" (2002) y, más recientemente, por sus interpretaciones en "Pájaros de papel", "Los ojos de Julia" o "Héroes", si bien debe gran parte de su fama a series de televisión como "Hispania" o "23-F: el día más difícil del Rey", donde interpretó a Juan Carlos I.

Actor precoz, en los años setenta ingresó en el grupo Teatre de Lescorpi y fue, junto a hombres de la escena como Albert Boadella o Lluís Pasqual, uno de los impulsores del Teatre Lliure, donde desarrolló gran parte de su profesión y ocupó la dirección artística entre 1992 y 1996.

Homar llegó a la televisión convertido en el Quimet de la exitosa serie de TVE "La Plaza del Diamante" (1984), y desde entonces no ha dejado de compaginar trabajos en cine y teatro.

Ha trabajado con Vicente Aranda ("Si te dicen que caí"-1989), Mario Camus ("Después del sueño"-1992, "Adosados"-1996, "La ciudad de los prodigios"-1999), Pilar Miró ("El pájaro de la felicidad"-1993) y Gerardo Vera ("La celestina"-1996).

También con Ventura Pons ("Morir o no"-1999), Manuel Gómez Pereira ("Reinas"-2005), Montxo Armendáriz ("Obaba"-2005), Antonio Hernández ("Los Borgia"-2006) y Julio Medem ("Caótica Ana"-2007).E