Como buque insignia de de sus cómics, Spiderman merecía una presentación en el universo cinematográfico Marvel por todo lo alto. Y los hermanos Russo no han defraudado. Un puñado de minutos extremadamente bien aprovechados le bastan y le sobran al joven Peter Parker interpretado por Tom Holland en Capitán América: Civil War para dejar al público con la boca abierta y firmar varios de los mejores momentos la espectácular cinta.

Después de que Tony Stark oficie como mentor en la presentación de Peter Paker, Holland reaparece ya como el hombre araña -con un el nuevo traje en el que se recuperan los movimientos de la máscara- para pasar a la acción rodeado de los emblemas superheróicos de Marvel.

Puede que su mayor genialidad sea que el cambio que se produce en Spidey de espectador a protagonista, es exactamente el mismo que se produciría en cualquier joven seguidor de los cómics que vea la película. Y es que los hermanos Russo no dudan en presentar al trepamuros como un fan más de los Vengadores, haciendo partícipe al público de su admiración... mientras reparte a diestro y siniestro.

El Spiderman de Holland posee la esencia del personaje, pero además supone una genial reinvención del personaje y un brutal soplo de aire fresco al universo de los Vengadores. Vamos, que el personaje de Tom Holland nos tiene entregados. A continuación, analizamos las 8 razones -que bien podrían ser 80- por las que el Peter Parker de Capitán América: Civil War, es el mejor Spiderman que se ha visto en la gran pantalla.

(Atención: Esta noticia puede contener Spoilers)

El "becario" de Tony Stark

El nuevo Spiderman de Tom Holland se presenta en sociedad como una suerte de becario de Tony Stark. Desde su fichaje para frenar los objetivos de Capitán América tirando de billetera, como en los detalles de su nuevo traje, en el que se recupera el movimiento de ojos y boca, los guionistas dejan claro que el joven Peter Parker va a empezar desde abajo para ser el Spiderman definitivo.

Prueba de ello es que solo pasa a la acción cuando Iron Man grita "¡Gayumbos!", para asombro de un ojiplático Steve Rogers. Al igual que Peter Parker hace caso de las indicaciones de Stark cuando debe completar una misión, hace lo propio cuando su participación parece haber terminado. Si Stark dice que se acabó, es que se acabó.

Un pijama cutre y telarañas de última generación

Una de las cosas que más sorprenden de la presentación de Spiderman es la clara dicotomía entre el traje y las armas. Cuando Stark le habla a Parker de que le lleva estudiando desde hace tiempo, aparece en vídeos de Youtube con una especie de pijama y unas gafas de natación como uniforme. Sin embargo, la tecnología de sus telarañas está muy desarrollada.

Algo que puede resultar inverosímil por los aparentes problemas económicos de Spidey y su tía May.

- ¿Esa beca da dinero?

- Por supuesto, está muy bien dotada.

Es lo primero que pregunta Parker en referencia a una beca falsa que Stark utiliza como pretexto para hablar con él a solas.

La imponente tía May

Marisa Tomei, la encargada de interpretar a la tía May de un joven Spiderman, aparece en un lapso muy corto de tiempo, pero el impacto que genera es palpable a todas luces. No en vano, la más atractiva versión de la tía de Peter Parker se lleva las atenciones, y algún que otro piropo de Tony Stark que, ahora soltero, despliega su magia de playboy millonario en la salita de estar.

Con apenas dos frases de guión, la actriz consigue dejar huella en el espectador a pesar de que (casi) todas las miradas son, evidentemente, para su sobrino y para el propio Tony Stark.

Seis meses de poder

Los hermanos Russo se quitan de encima los tantas veces relatados inicios de Spiderman de un plumazo, con una ágil e inteligente secuencia de apenas diez minutos en la que desvelan, entre otras cosas, que Spiderman tiene ese nombre, y sus poderes, desde hace tan sólo seis meses. Si se atiende al aspecto de Holland, no hay espacio para la duda, y más cuando Stark pronuncia las palabras mágicas:

- Ese eres tú, Spiderboy

- Spiderman

- Ah sí, Spiderman.

Quizá Homecoming, su nueva película en solitario, comience a partir de su flamante fichaje por Tony Stark.

Spiderman es fan

Esa juventud, esa admiración por sus referencias no se omiten en la cinta. El personaje parece como un niño con un juguete nuevo mientras, paradójicamente, trata de destrozar a algunos de ellos. Un contrapunto bastante importante en su introducción, pues Spiderman lo está flipando mientras les está machacando. En el enfrentamiento contra Halcón y Bucky Barnes, el primero de ellos resume la conducta de Spidey en una frase: "No se habla tanto en una pelea".

Frente al Capi

Digamos que cuando se enfrenta, brevemente, contra el Capitán América, es la confirmación de que nos encontramos frente a un Spiderman definitivo, un Vengador más. Le pone las cosas muy difíciles a Steve Rogers, aunque todavía es evidente que en el campo de batalla debe madurar y desarrollarse no sólo físicamente, sino anímicamente.

Una demostración de que el Capitán América y Spiderman formarán un buen equipo en el futuro es su complicidad en la siguiente conversación:

- Eres valiente chico, ¿de dónde eres?

- De Queens.

- Yo soy de Brooklyn.

Le dice Steve Rogers para despedirse con un guiño tras dejar al joven héroe demasiado ocupado como para continuar con la lucha.

Brecha generacional

Esa falta de madurez es consecuencia lógica de la diferencia de edad respecto al resto de superhéroes. Frente a la experiencia de Iron Man, Viuda Negra, Capitán América o Máquina de Guerra, el Spiderman de Holland exuda frescura y savia nueva para las filas de los Vengadores. Algo que puede resultar un obstáculo para los guionistas de Homecoming, pues si el personaje madura, pierde esa especie de sana locura y espontaneidad que tanto bien le ha hecho a la Civil War.

Star Wars

Puede que el momento más hilarante de Civil War llegue a cuenta de Peter Parker y su referencia a Star Wars.

- ¿Os acordáis de esa antiquísima película llamada El Imperio contraataca?

- Díos mío Stark, ¿cuántos años tiene este chico?

Pero el guiño de Civil War va más allá, ya que mientras Spiderman hace la pregunta imita la maniobra que realiza Luke Skywalker en el Episodio V para derribar a un caminante Imperial en la Batalla de Hoth. En esta ocasión, Spidey emplea la misma maniobra con sus telarañas para derribar a Giant-Man.

Esta es una de las frases con las que se confirma esa brecha generacional entre las viejas glorias superheróicas y las nuevas incorporaciones.