Es curioso cómo su personaje en esta película, que en principio parece un chico seguro de sí mismo y que sabe cómo afrontar sus problemas, acaba siendo manipulado como un títere.

Totalmente. Parte de una situación un tanto desventajosa. A nivel económico está bastante mal, al igual que a nivel académico. Y para el profesor acaba siendo un simple títere. Su profesor lo sabe y sabe cómo tiene que apretarlo y cuándo. Es muy bonito el proceso cómo entre ellos surge una relación entre los dos, muy a pesar de que ambos quieren sacar provecho el uno del otro.

¿Juega la psicología un papel importante en su trabajo como actor?

Sí, es clave. Creo que es fundamental entender procesos de conducta y de actitud, ya no sólo para los personajes que estés haciendo, sino para el contexto de la película. Todo puede sumar. Y cuanto más nociones tengas y más sepas, más herramientas tienes.

¿No le resulta curioso que acudir al psicólogo sea todavía un tema tabú para mucha gente?

Claro. En mi caso no lo veo así. En Estados Unidos acudir al psicólogo es algo muy, muy habitual y cotidiano. Si te duele el brazo, claro que vas al médico. Pues igual si tienes alguna duda en la cabeza o algo que te preocupa.

¿A qué cree que se debe el gran momento que atraviesa el cine español?

Cada vez estamos haciendo mejores productos, no sólo en cine sino también en televisión; con una calidad muy grande y con gente muy capaz. Los géneros cada vez salen mejor y cada vez hay más creatividad para todo. Es algo de lo que, como espectador y como actor, estoy muy orgulloso. Creo que cada vez estamos consiguiendo un nivel más alto.

Volvamos a la manipulación. En cierta ocasión, hace algunos meses, se pudo leer un titular, junto a su foto con doña Letizia, que decía: «Maxi Iglesias, pillado con la reina».

La reina se me acercó y me dijo: «¿Vais a estrenar ahora Asesinos inocentes, verdad?». Y entonces me hice la foto. Me pareció muy bien. Tuve la suerte de poder estar en los primeros Premios Woman [presididos por la reina Letizia]. La temática de los premios eran las causas que favorecían a nivel social las tres premiadas [la directora de orquestra Inma Shara, la intérprete Salma Hayek y la endocrina María Neira] en países sin recursos. No fui el único que se hizo una foto con ella al final de la gala.

¿No se siente manipulado por la prensa?

Creo que al final la manipulación la sufre quien quiere. Puedes filtrar la información que recibes, hacer una diferenciación o fijarte en varios medio y no sólo en uno... En definitiva, luchar por tener tu propio criterio y no dejarte influenciar.

Su popularidad crece a cada trabajo que hace en cine y televisión. ¿Se siente esclavo de su imagen? ¿De no poder entrar a un bar sin que le asalten todas las chicas?

Cuando eres médico y no estás en el hospital con la bata también tienes una obligación. En mi caso es algo que viene con la profesión. Y me quedo con la parte positiva. Es evidente que cuánto más creces más compromiso tienes a nivel social. Me gusta mucho contribuir a causas sociales y ayudar a las ONG. Todo esto lo recibo como algo que está ahí y que viene de la mano. Intentar alejarse de eso es decirle no a una parte de lo que conlleva tu trabajo; siempre y cuando mantengas un criterio y un respeto por la profesión.