Entre el pragmatismo de la big Britania macerada de partes meteorológicos cold, wet and windy (frío, húmedo y ventoso), y la imagen de un dos caballos y a lo loco, conducido con maestría femenina, y a más de 60, por las sinuosas carreteras del Coll de Rates, en la Vall de Pop, media la nostalgia. La de los profesionales que alimentaban la extinta RTVV, en busca de un camino mejor a manos de un audiovisual propio, quizá con más curvas, pero con la universalidad de la red de redes. Y la de los turistas-europeos-del-norte en su retiro dorado, en busca del sol que más calienta. También, la de los de natural hijos de ese sol, que quieren deshacer aquella suculenta (a partes desiguales) tríada, nacida en los cuarenta (subir a los cielos desde Benidorm), que popularizó el destino de las tres ps: paseo, pipas y playa. La Costa es Blanca. El monte, con vetas y barrancos del infierno. Lo rural es sabio.

Spain is different no es solo el eslogan sesentero que popularizó Iribarne cuando era Ministro de Información, el turismo de la dictadura. Ahora es, de nuevo, una forma de vestir la comarca de La Marina de ficción. La Marina como continente y como contenido, auspiciada como destino turístico a través de una webserie por ayuntamientos, mancomunidades y empresas con negocio en la zona. Ya que no parece ser la industria, que sea el sector servicios y el de los sueños en pantalla. Con una comedia en castellano, valenciano e inglés, y a capítulos, en los que, por cierto, han participado más de 200 vecinos.

Porque Spain is different es el título de la primera entrega de un nuevo formato audiovisual „la webserie„ que se abre camino por la pulverizada ventana del mundo (internet), a base de mucho esfuerzo y gran apuesta, buena factura, mejor diálogo, esa sana costumbre valenciana de reírse de uno mismo, mucha red (social), y palabrajos como branded content. Porque en publicidad lo sutil es más efectivo. Léase Popeye y las espinacas.

Se trata de la serie Wintersun, en castellano, Sol de invierno, a la sazón, nombre de la productora que lo ha hecho posible con el exAlqueria Blanca Luis Eduardo Pérez como eje de un equipo que se ha lanzado al Sol de invierno por esa aventura que da la necesidad

„«nos cierran unas ventanas, abrimos otras»„ y ese vicio por seguir contando historias, «al menos de otra manera». Con él, profesionales como Juanjo Pavía, José Mas, Josep Vicent Miralles, Willy Abad, Alfonso Suárez, María Beltrán y Pilar Paredes. En el reparto, Laura Martí, Àngel Fígols, Alfred Picó, Berna Llobell, Cándida Wright y Marta Chiner. La música, de Arthur Caravan.

Una serie como una torre de Babel. Una comarca como un Al-Andalus mirando al Cabo de la Nao, las islas enfrente, en pacífica convivencia, diversa y lingüística, donde nada ni nadie es plano, tampoco el mar. Y la excusa la historia de Jane, una joven londinense a quien un inesperado viaje al Mediterráneo le cambia la vida. La herencia de una tía hippie que le cae en suerte, aunque ella no lo sepa, es solo un bien patrimonial (ese patrimonio). Un caserón rural. A partir de ahí, ancha y alta es La Marina. Y es que los códigos locales forman parte del aprendizaje. (Léase el teaser promocional, que cuenta Hansel y Gretel, a los pies de una olivera, con una casa hecha de figatells de Pego, botifarras de Senija y sobrasada de Benialí, con capitán moro de Dénia a la puerta, banda de música de Calp y baile en Xaló a cargo de la bruja. Literaturas varias.

Wintersun abunda en demostrar que la industria cultural «puede ponerse del lado del sector productivo y ser un apoyo real a la hora de crear oportunidades», reza la memoria. El chiringuito de Pepe, para Peñíscola. Como Doctor Mateo para Asturias; Primos para Cantabria, Entre copas para California o Bievenidos al Norte para Francia. Los destinos ficcionados crecieron como turísticos un 200%. El audiovisual es caro, y la primera temporada de Wintersun ha costado 50.000 euros= empleo para más de 30 profesionales y lo que venga. Su éxito depende de su continuidad.

Y es que los tiempos cambian. Y el consumo de medios, y los medios, también. De momento, el capítulo 1 se puede seguir en la web. El 5 de marzo se presentará el segundo en los ABC Park de Valencia. Y aunque no han contado con una campaña, en tres semanas han logrado 10.000 visitas. Ganas porque gustas. Fidelizas porque te siguen. Claro, con una buena historia. Y la de Wintersun promete. Asomarse a lo que sucede cuando el último avión low cost ya ha partido, tiene su antitópico. La idea es hacer goleta al público británico. Y no se olvidan de que el 43% de los 200.000 habitantes de la comarca son extranjeros, con presencia mayoritaria de los susodichos. Y si ahora se hablan tres lenguas en Wintersun, vendrán más. Alemán, ruso, noruego? Dice la publicidad. Costa Blanca. Sales Rental, Luxury beach apartments. Hay que practicar lenguas, que el mundo es global. ¿Wintersun o Winner sun?

Web: www.soldeinvierno.net