Desde este miércoles 23 de julio y hasta el próximo domingo San Diego acogerá la 45 edición de Comic-Con, una convención que convierte anualmente a esa ciudad californiana en la capital mundial del género fantástico y la ciencia ficción.

El popular evento, creado y diseñado por y para fans, permitirá a los asistentes conocer lo último sobre producciones de Hollywood tales como la tercera parte de "The Hobbit", "The Maze Runner", o series como "The Walking Dead" y "Juego de Tronos", todo de la mano de sus autores y protagonistas.

Peter Jackson, Guillermo del Toro, George R.R. Martin, Frank Miller, Robert Rodríguez, Samuel L. Jackson, Cate Blanchet, Orlando Bloom y Charlize Theron son algunas de las estrellas confirmadas para este evento que exhibirá nuevas creaciones de cómic y será el escenario de entrega de los "Óscar" de ese sector, los premios Will Eisner.

Comic-Con, que nació en 1970 como un pequeño evento dedicado al mundo del cómic, ha crecido para abrazar gran variedad de contenidos asociados con la cultura pop hasta saturar el Centro de Convenciones de San Diego y las zonas aledañas.

Los asistentes, en torno a 130.000 y muchos de ellos ataviados con la indumentaria de sus personajes preferidos, toman las calles, llenan los hoteles y restaurantes y está previsto que, según datos de la gestora del Centro de Convenciones, se dejen 78,3 millones de dólares (unos 58 millones de euros) en la ciudad.

El impacto económico total de Comic-Con este año en San Diego se estima en unos 177 millones de dólares (131 millones de euros).

La imposibilidad de Comic-Con de continuar creciendo, dadas las infraestructuras actuales, llevó ya a sus organizadores a plantearse mudarse a otra ciudad, y pretendientes no le faltaron (como su vecina Los Ángeles, que ya acoge la feria del videojuego E3) pero en 2010 optaron por renovar su contrato con San Diego hasta 2015.

Ese acuerdo fue posible gracias a que las empresas hoteleras acordaron ofrecer descuento en sus tarifas durante ese lustro, y sirvió para que la ciudad ganara tiempo para acometer la anunciada expansión del Centro de Convenciones, que sin embargo no va tan rápida como hubieran deseado.

Las obras, que tendrán un coste de 520 millones de dólares (unos 385 millones de euros), han sido ya aprobadas pero no estarán terminadas como pronto hasta 2018, lo que vuelve a poner sobre la mesa cuál será el destino de Comic-con en 2016.

Las autoridades locales ya están planteando a la dirección de Comic-Con soluciones para lograr que la convención se quede allí en 2016 y 2017.

Por el momento, Comic-Con ha ido expandiéndose por la ciudad, convertida en un campus de superhéroes, personajes de manga y de terror.

En esta ocasión Fox, con el objeto de promocionar su nueva serie "Gotham" ha instalado una tirolina de 10 metros de altura que recorre por el aire 40 metros entre el Centro de Convenciones y el contiguo hotel Hilton para que los fans de Batman sobrevuelen el evento.

Fox montará en la zona interactiva de Petco Park una instalación para adentrarse en el terror de "Sleepy Hollow" con la tecnología de realidad virtual de Oculus Rift, la misma con la que contará Warner para vivir en primera persona los efectos de un tornado.

Paralelamente en otros rincones de San Diego se organizan actividades que no están oficialmente en la guía de la convención, pero que se alimentan de ella.

Tal es el caso de el festival de la cerveza de los superhéroes (Heroes Brew Craft Beer Festival), donde se recomienda a los asistentes que vayan disfrazados, o el tradicional desfile de zombies que transitará el sábado por el centro de la ciudad.