Todos los viernes, las salas de cine reciben su dosis de golpes, persecuciones, patadas y saltos al vacío. La cartelera semanal deja un honroso hueco a la acción, que suele copar los primeros puestos en la lista de taquillazos. Sin ir más lejos, próximamente llegará ´Non-stop´, el nuevo largometraje del catalán Jaume Collet-Serra, un thriller cargado de momentos intensos y frenéticos -haciendo gala al título-.
El irlandés Liam Neeson (´Venganza´, ´Infierno blanco´) se pondrá en la piel de un agente del servicio aéreo de los Marshalls, que tendrá que lidiar contra una amenaza terrorista dentro de un avión. Ya hemos visto a Neeson en otros momentos de acción, pero, ¿es realmente él?
La magia del cine permite que casi todo lo que veamos en la gran pantalla no tenga por qué ser cierto. Antiguamente, el séptimo arte se valía de maquetas, forillos y juegos de cámara para simular situaciones irreales, pero a día de hoy la técnica se ha sofisticado. La escenografía virtual impera en Hollywood gracias a los "chromas" o fondos verdes. Y, al igual que el decorado, los personajes también se falsean.
La figura del "stuntman" o doble de acción está tan asentada que existe todo un mercado de subcontrataciones. Verdaderos especialistas al volante, en saltos, explosiones y peleas de todo tipo aparecen en las grandes producciones, caracterizados exactamente igual que sus referentes originales para no notar el cambiazo.
No obstante, existen actores y actrices que deciden prescindir de sus dobles e interpretar las escenas más arriesgadas. Aquí os mostramos algunos de los más atrevidos.
Está considerado como una de las figuras clave del cine de los años 90. En el rodaje de ´Speed´ (Jan de Bont, 1994), el actor decidió que rodaría una de las escenas más arriesgadas, que consistía en saltar de un autobús a un coche en plena marcha. El director se negó, pero Keanu hizo caso omiso y se preparó el momento en secreto, que llevó a cabo con éxito.
Daniel Craig
El nuevo agente 007 no levantó pasiones cuando tuvo que sustituir al ´gentleman´ de Pierce Brosnan, pero dejó a todo el público boquiabierto y se ganó su confianza y admiración cuando tuvo que rodar las escenas de acción de ´Quantum of Solace´ (Marc Forster, 2008). Hay un momento de la película en el que James Bond protagoniza una persecución a través de tejados y terrazas, y acaba saltando sobre un autobús. La escena tiene más merito aún si cabe, pues Craig padece de vértigo.
El protagonista de la saga de ´Misión: Imposible´, Tom Cruise, acostumbra a realizar muchas de las escenas arriesgadas el mismo, pero también cuenta con uno o varios dobles para los planos más complicados. Sin embargo, en una escena de la primera entrega de la saga (Brian de Palma, 1996), Tom se jugó el tipo intentando huir de una serie de grandes acuarios vaciados en un tiroteo. El actor tuvo que atravesar un pasillo de cristales y agua, y salió ileso dejando atrás 16 toneladas de agua.
Jason Statham
El británico es un actor consagrado en películas de acción. Aparece en la saga de ´Transporter´, ´Snatch´ y más recientemente hemos podido verle en las últimas ´Fast & Furious´. Son pocos los momentos en los que Jason Statham recurre a los dobles, ya que se ve capaz de realizar las escenas arriesgadas por cuenta propia. Cabe destacar el caso de ´Crank´ (Brian Taylor, 2006), película en la que Statham tiene que recorrer Los Ángeles en bicicleta y con una bata de hospital.
Jackie Chan
Si hay un actor que nunca recurre a dobles, ese es Jackie Chan. Él es su propio ´stuntman´, el hombre que puede con todo lo que le echen encima. Sin sus famosas escenas de acción, sus películas no serían las mismas. Es cierto que se ha llevado innumerables fracturas, contusiones y roturas, pero para él no son más que rasguños. Como sus acrobacias marciales no le suelen salir a la primera, al final de las películas ya es toda una costumbre que se muestren las tomas falsas con los movimientos fallidos.
Otros actores temerarios
Otros muchos han renunciado puntualmente al uso de dobles en las escenas más arriesgadas, como Harrison Ford, Christian Bale, pero la tónica habitual en Hollywood seguirá siendo la de dar el cambiazo y que el espectador no se entere. Y es que, tal y como se decía en el ´Gatopardo´, "todo tiene que cambiar para que nada cambie".
