El director Pablo Berger, que ha conseguido acaparar la mayor cantidad de nominaciones a los Premios Goya con su segundo largometraje, "Blancanieves", una película muda y en blanco y negro, ha considerado hoy tras conocer la decisión de la Academia que todas las películas nominadas este año "son arriesgadas".

"El cine tiene que ser riesgo y salto al vacío, no se puede entender de otra manera", ha considerado el cineasta tras reconocer que, hoy en día, el mero hecho de hacer cine "ya es un riesgo, muy pocas películas recuperan lo invertido".

"Blancanieves", con 18 nominaciones -entre ellas, para sus actores en todas las categorías-, es una película "llena de curvas, donde no ha existido la línea recta, pero sí que ha sido un riesgo recompensado".

En su opinión, sus competidoras ("Lo imposible", "El artista y la modelo" y "Grupo 7") son todas "arriesgadas" a su manera, cintas que, en su opinión, hacen un buen retrato del cine hecho este año en España, aunque para Berger "los premios siempre son injustos".

"Todos los que han hecho una película este año tendrían que tener una nominación por lo difícil que es hacer cine, pero este año nos ha tocado a nosotros y estamos encantados de ser parte de esto, y de representar a nuestra industria", ha dicho.

La cinta, que ha conseguido recaudar casi un millón de euros tras su paso por las salas españolas, irá ahora a Francia y a EEUU; a España volverá antes de la entrega de los premios a los cines con otras cuarenta copias.

"En esta profesión no te puedes creer nada; en estos cinco minutos de hoy -dice, humilde, Berger-, me siento protagonista, pero no ganador. Han sido ocho largos años y llegar a la meta y ver que nos aplauden al llegar, no es que nos den el 'maillot', pero estamos muy ilusionados".

Frente a la siguiente cinta con más nominaciones, "Lo imposible", Berger apuntó que la de Juan Antonio Bayona es "algo más que una película comercial: es personal, de gran presupuesto, y también artística, tanto como la nuestra".

"Los Goya son una ruleta rusa y hasta el último momento no sabes a quién le va a tocar", asegura el director, recordando su propia experiencia cuando compitió por "Torremolinos 73" (2003). "Te pasas toda la gala con el estómago revuelto, las cinco horas", añade entre risas.