Neoyorquino de ascendencia danesa, Viggo Mortensen, a sus 53 años, se pasea por el mundo con los ojos bien abiertos gracias a que su trabajo le ha permitido recorrerlo de arriba abajo y de norte a sur y a que su curiosidad nunca descansa. Una de sus últimas paradas lo ha devuelto a Argentina, donde se crió, para protagonizar un drama con ribetes de thriller titulado Todos tenemos un plan, en el que interpreta a dos gemelos que intercambian sus vidas.

Si todos tenemos un plan, ¿cuál es el suyo?

Intento no adelantarme porque he aprendido que no sirve de mucho. Las cosas cambian, y lo que uno desea, también. Como escribió el poeta Robert Burns, "los mejores planes de hombres y ratones / a menudo salen mal / dejándonos solamente con tristeza y dolor...".

Si, como en el filme, tuviera un hermano idéntico, ¿cómo le gustaría que fuera?

Me gustaría que fuera mi amigo.

Si pudiera comenzar de nuevo como si fuera otro, como sucede en la película, ¿cómo sería ese reinicio?

Nadando sin prisa bajo el sol de otoño, sin prestar mucha atención ni a la temperatura del agua ni a la del aire.

¿Dónde encuentra sus aromas y colores preferidos?

Cada sitio, por feo y sufrido que sea, contiene la semilla de la felicidad. Me gustan los bosques, ríos, montañas, desiertos, el mar; todo sitio natural y poco estropeado por el hombre, pero puedo aprender y divertirme en cualquier lugar. No conozco ni entiendo el aburrimiento.

Si se pierde, ¿dónde habría que buscarle?

Si me pierdo, es probable que lo haya querido así. Tengo buen sentido de dirección, y generalmente la paciencia suficiente para encontrar una buena senda.

¿Con qué le molesta perder el tiempo?

Viendo gran parte de lo que ponen en la televisión en cualquier parte del mundo. También compartiéndolo con alguien que insiste demasiado en mostrar que es especialmente inteligente, fuerte, sufrido, justo, guapo, legendario, astuto, merecedor de elogios o de odio, o que está en esta vida por alguna razón excepcional.

¿Y qué le enfada?

La crueldad, la avaricia y el egoísmo descontrolado.

¿Con qué ha reído a carcajadas recientemente?

Vi en una calle a una perra pastor alemán que huía de un gato pequeño. Me hizo mucha gracia que no se diera cuenta de que podía darse la vuelta y aterrorizarlo.

¿Y qué le ha hecho llorar?

Una cosa que me dijo mi madre por teléfono.

¿Qué se trae entre manos en materia literaria?

Sudeste, de Haroldo Conti. Es una lúcida reflexión sobre el hombre en la naturaleza; sobre los caprichos de la vida y la muerte. También puedo recomendar Las bodas de Cadmo y Harmonía, de Roberto Calasso. Es una novela basada en la mitología griega que relaciona las leyendas clásicas con la actualidad.

¿Y en música, quiénes son sus imprescindibles?

No sé si tengo imprescindibles, la selección depende del momento. Esta mañana he estado escuchando a Ray Barretto, The Ramones, Andrés Calamaro y Janis Joplin.

¿Se machaca en el gimnasio?

Soy vago para mantenerme en forma. A veces me he forzado a ir al gimnasio, pero prefiero hacer ejercicio sin darme cuenta, paseando o practicando algún deporte.

¿Cuenta calorías o es delgado de natural?

Con los años me cuesta un poco más no engordar un poco. Últimamente vigilo más.

¿Le gusta la buena mesa?

Aprecio un buen bife argentino, un lomo cortado y preparado como se debe sobre las brasas de una buena parrilla. Hace poco tomé un lomo delicioso en el Buen Ayre, un restaurante argentino genial en Londres.

¿Y para beber?

Agua o mate amargo, a veces café fuerte. Si hablamos de alcohol, me gusta un buen vino tinto, preferiblemente un malbec o un ribera del Duero, según la comida, la hora y la temperatura. También me gusta el whiskey irlandés.

¿Su velada perfecta?

Con amigos, celebrando éxitos y esfuerzos de alguno de ellos.