Tras el éxito cosechado por ´En la casa´, singular cruce entre drama y thriller ambientado en un contexto escolar, familiar y metaliterario, François Ozon, adepto a ambos géneros, pero también a las bondades de la comedia y el musical, dirige a la modelo Marine Vacth en un relato de iniciación sexual.

´Joven y bonita´ es la crónica del despertar físico y emocional de su protagonista, Isabelle, a lo largo de las cuatro estaciones (no sólo por eso atisbaremos el rastro de Eric Rohmer) y junto a cuatro canciones que irán articulando la estructura narrativa. Ella, tras perder la virginidad, se arrojará en brazos de la prostitución cual belle de jour y se irá citando con distintos hombres vía móvil u ordenador.

Busca en esa opción un conocimiento que, paradójicamente, la obliga a asumir una segunda identidad (Isabelle y su reflejo en el espejo lo remarcan). Al mismo tiempo, se irá enganchando a ese tipo de encuentro, a ese ritual que parte del misterio con respecto al otro, a la necesidad de satisfacer sus deseos y los ajenos.

Ozon presenta un personaje magnético desde una perspectiva ligera y luminosa, no siniestra, que, pese a su juventud, será capaz de encarnar desde una melancolía sutil a una carga fatal: la que acompaña el cuerpo cada vez que se desdobla durante el acto sexual, o la de todos nosotros cuando habitamos más en los preludios imaginados o en los recuerdos a posteriori.