Un empeño ambicioso y en términos globales más que digno que demuestra que España y Argentina, trabajando de forma conjunta, pueden hacer un cine de animación que compita en todos los órdenes con el que se hace en Hollywood.

Si en el plano técnico podría haber algún ligero desequilibrio, se puede compensar con imaginación y talento. Lo que más sorprende es que el responsable del producto sea un director, Juan José Campanella, uno de los mejores del actual cine argentino y ganador del Óscar por ´El secreto de sus ojos´, que no tenía experiencia previa en la especialidad pero que se ha entregado por entero varios años, motivo por el que no había hecho cine desde 2009, a una experiencia que él mismo ha considerado muy interesante.

Aunque se ha inspirado en un texto, ´Memorias de un wing´ derecho de Roberto Fontanarrosa, hay que decir que el argumento tiene mucho de original. Y lo que es más importante, a pesar de que se trata de una cinta familiar, preferentemente destinada a los pequeños, no es ni estúpida ni ñoña y su cobertura visual, con copia en 3D, es más que satisfactoria.

Si bien las referencias al fútbol son notorias y justificadas, la película no subordina por completo toda su estructura a este deporte y trata de situar en un lugar destacado el tema de la amistad, que mueve a los personajes en los momentos decisivos, y el de la unión, que resulta indispensable para intentar salvar a un pueblo que ha caído en manos del más famoso jugador del mundo, un «crack» nacido precisamente en él que intenta vengarse también de la única derrota de su vida, la que sufrió jugando al futbolín cuando era niño con Amadeo, un pequeño que está dispuesto a aceptar el reto. Eso sí, si quiere rescatar a su localidad ha de asumir las nuevas condiciones y ahora la suerte no se dirime en el estrecho recinto de un futbolín sino en un gran campo de fútbol.

Lo que ignora el «Crack» y su equipo de superestrellas es que sus contrincantes, un grupo de voluntarios que no dan precisamente la talla, van a contar con la providencial e inesperada ayuda de los jugadores del futbolín que han cobrado vida.