La capital del Turia acogerá, del 26 al 31 de octubre, el I Festival Internacional de Cine Infantil de Valencia (FICIV), para niños entre tres y trece años, y con sedes en los cines Lys. Javier Fesser presentará en el mismo su éxito Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo.

Empecemos por un final. ¿Qué tiene sobre su mesa de trabajo?

Un guión terminado, al que estoy dando la vuelta completamente. Es una historia sobre la ambición, en donde la sabiduría de algunos personajes se enfrenta a la ignorancia de otros muchos. Es una película histórica que sucede hoy. También estoy preparando un cortometraje que quiero rodar con la campeona paralímpica Teresa Perales. Con que me contagie una pequeña parte de su alegría de vivir, la experiencia habrá sido todo un éxito. Y también hay sobre mi mesa un discreto desorden y una pila de discos duros que estoy revisando y en los que estoy encontrando auténticos tesoros.

¿Y en la cabeza? Ahí cabe mucho más que en la mesa...

En la cabeza hay una serie de televisión en clave de comedia de aventuras y también una película rodada de otra manera, planteada más como hobby que como trabajo. Tengo también cuarenta cortos muy cortos que me gustaría hacer ,y alguna que otra tontería.

Viene usted a Valencia para participar en el I Festival Internacional de Cine Infantil. ¿Le parece una buena idea organizar algo así?

Una magnífica idea. Los niños de nuestra sociedad civilizada tienen acceso a tantas cosas que, paradójicamente, no les resulta fácil dar con lo mejor. Hay un cine para niños espectacular, con historias que divierten, motivan e inspiran, que muchas veces queda oculto tras películas que repiten una y otra vez la misma fórmula y que sólo sirven para entretener, estresar y anular la imaginación propia. Películas que basan su atractivo en el espectáculo y no en la historia, y que, por desgracia, hacen todo el trabajo por ti.

El festival proyectará su película Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo. ¿Aunque es reciente, qué opina de ella hoy?

Cuando la veo, me entra el vértigo y me pregunto: ¿Cómo fuimos capaces de hacer esto? Y me viene de nuevo esa sensación de ser un privilegiado por haber tenido la suerte de haber participado en ella. Suerte por haber manejado libremente el apabullante mundo de Francisco Ibáñez y suerte por lo muchísimo que he aprendido de los casi doscientos artistas que formaban el equipo. Ojalá la vida me vuelva a ofrecer un trabajo tan bonito como éste.

¿Le parece que los niños de hoy, nacidos en plena era digital, están mejor preparados que los de antes para apreciar de verdad, con un cierto sentido crítico, el lenguaje audiovisual?

Los niños de hoy manejan el lenguaje audiovisual de manera casi intuitiva, eso es innegable. Pero también es verdad que les ha tocado un mundo en donde la impaciencia por todo deja poco espacio para la reflexión. Y las prisas no son el mejor compañero del sentido crítico, ya que éstas sólo buscan titulares, y los titulares son un resumen demasiado simple de las cosas.

¿Se utiliza el cine para adoctrinar a los niños como desea el sistema?

Se utiliza para venderles productos que no necesitan, directamente. La mitad de las películas para niños están destinadas a vender el videojuego asociado y los diversos productos que generará su merchandising.

¿Desaparecerán las salas de exhibición cinematográficas?

El cine ya es casi exclusivamente digital y yo he vivido esa evolución vertiginosa. Las salas de cine evolucionarán, pero no desaparecerán. Lo digo yo que, además de no tener ni idea en general, suelo equivocarme en mis predicciones.

Puesto que cultiva usted el humor, imagino que es una persona bastante seria. ¿Qué es el humor y cuál su función social?

El humor es una actitud. Una manera de ver las cosas (ya sean trágicas, pintorescas, trascendentes, inofensivas o perturbadoras), que permite observarlas desde fuera. Y cuando uno mira desde fuera, lo entiende todo mejor. Además, no he conocido todavía a nadie que no desee reír. Para mí el humor y la risa están muy unidos a la emoción, y creo que cuando encuentras a alguien con el que te ríes, encuentras un amigo para siempre.

¿En qué momento está el humor español? Hay un tipo de monólogo teatral que muchos critican, y, en cine, fenómenos como el de Torrente, Ocho apellidos vascos... ¿Está ahí el humor inteligente?

Me encantan los buenos monólogos (me declaro fan total de Leo Harlem) y además me parece un arte dificilísimo. Requieren un ritmo de una precisión matemática que, cuando se consigue, se convierten en un regalo para el espectador. Son un muy buen ejemplo de todo lo que se puede contar con humor. Según Leo Harlem, «barranquismo es bajar un río por donde no es». ¡Jajajajaja, filosofía pura! El humor inteligente sólo requiere una cosa: considerar de verdad que el espectador no es imbécil. Muchas películas muy taquilleras no tienen esto en cuenta y a mí no me gustan, porque no me gusta que el autor dé por hecho que es más listo que yo.

¿Qué cuestiones de la actualidad no le hacen ni pizca de gracia?

No me gusta que veamos a otros seres humanos como extranjeros sólo porque han nacido en otro lugar, hablen otro idioma o piensen diferente. Ni que nos protejamos contra ellos. No me gustan las fronteras, no me gustan las diferencias salvajes entre unos y otros, y aborrezco a todos estos miserables que roban y mienten creyéndose los más listos de la clase. No me gustan, en general, las personas que usan corbatas caras (exceptuando a Julio Iglesias) y que se atreven a criticar a otros porque van en vaqueros y camiseta, ni me gustan los que se disfrazan con vaqueros y camiseta para hacernos creer que son lo que no son. Ahora bien, hay un montón de cosas que me gustan y me apasionan. Y casi todas tienen que ver con la creatividad y la imaginación. Ayer leí en Facebook: «Cuántos héroes lo han sido sólo porque una mujer les estaba mirando». Esta maravillosa frase estaba escrita sobre un cubo de basura.

¿Sería tan amable de comentar estas cuatro afirmaciones?:

1. «No considero bueno remover el 23F , deberíamos olvidarlo» (Sabino Fernández Campo).

Yo he visto que Arguiñano lo mejora casi todo sólo con remover.

2. «La economía mundial es la más eficiente expresión del crimen organizado» (Eduardo Galeano).

¿Qué pena que tenga Galeano tanta razón y que su definición sea tan exacta. Pero no olvidemos que la economía mundial somos todos los que habitamos el primer mundo. Todos preferimos que el banco nos dé un 3 % de interés en lugar de un 1 %, sin preguntar en qué invierte éste nuestros ahorros para conseguirlo. Todos hablamos de contaminación contaminando y nos escandalizamos por el maltrato animal mientras comemos hamburguesas que nuestro cuerpo no necesita. Es verdad que unos más que otros, pero todos participamos en la construcción de un mundo insostenible.

3. «No hago chistes políticos porque no me gusta la chapuza, y lo de ahora es una chapuza constante» (Antonio Mingote).

A mí me gusta la chapuza, reivindico la chapuza y, además, hago chistes sobre todas las cosas. Igual que hacía Mingote, cuya frase era el propio chiste.

4. «Me encantaría que alguien me explicara si una nación puede estar dentro de otra nación» (Antonio Banderas).

Si se refiere físicamente, Lesotho y Swazilandia son un buen ejemplo. Swazilandia es un reino que tiene, por cierto, más leones censados que habitantes. Habitantes humanos, me refiero, porque los leones también habitan. Otro ejemplo es la planta sótano de los chalets de La Moraleja, donde reinan los filipinos del servicio y cuya frontera es la cocina. Otro ejemplo, en este caso bastante malo, sería un feto, que es un señor dentro de una señora. Ya avisé de que era un mal ejemplo...

Web FICIV: http://ficiv.com