El suspense se está convirtiendo en uno de los ingredientes habituales del Festival de Jazz del Palau de la Música, que cada temporada debe hacer frente a una serie de dificultades financieras que son una amenaza real para su celebración. 2015 no ha sido una excepción, pero finalmente ha resultado posible confeccionar una programación donde no faltan nombres internacionales de prestigio, pero que esta vez mira también con especial atención hacia la ciudad que acoge el festival. Diferentes artistas valencianos serán protagonistas de una edición en la que hay menos fusión que en otras ocasiones.

El programa

Como viene siendo norma, la apertura del festival llega de la mano de un concierto al aire libre en los jardines del Palau. Su protagonista será Kuami Mensah, músico nacido en Benin y afincado en Valencia desde hace ya varios años, que se ha caracterizado por cultivar un sonido afro-latin-reggae, pero que en esta ocasion realizará un tributo a Charles Aznavour, que a su vez es un homenaje a su padre, el también artista Gnonnas Pedro, excantante y líder del grupo panafricano de salsa Africando, que ya versioneó al francés.

Por orden cronológico, después será el turno de The Cookers, banda de hard bop formada por Billy Harper, David Weiss, Eddie Henderson, Georges Cables, Donald Harrison, Billy Hart y Cecil McBee, reunida en 2007 para rendir homenaje al disco de Freddie Hubbard Night of the Cookers y que continúa en activo en la actualidad.

El pianista Stefano Bollani ofrece una actuación doble, marcada por una combinación de estilos que incluye ragtime, samba, pop y música clásica. El mismo día, el trompetista David Pastor estrechará lazos con la vanguardia compartiendo escenario con el Massimiliano Rolff Quartet.

Coincidiendo con las fechas de la cita jazzísitica, del 8 al 11 de julio se celebra también en Valencia el International Trombone Festival, ocasión idónea para que algunos virtuosos del instrumento, como Wycliffe Gordon, Robinson Khoury, Carlos Martín, Toni Belenguer o el conjunto Uptake se dejen caer por el Palau para ofrecer una actuación junto a la big band de saxofonista valenciano Ramon Cardo.

Más presencia local

No es el único músico local que participa en un festival en el que, como se ha señalado, su presencia es notable. Y, en ocasiones, tiene nombre propio. Por ejemplo, el de la cantante Sole Giménez, que ya durante sus años al frente del trío pop Presuntos Implicados dejó numerosas muestras de su afición por el jazz (recordemos la canción Alma de blues). Desde que abandonara el grupo, en 2006, ha desarrollado una carrera en solitario marcada por el eclecticismo, y su concierto seguirá la misma tónica, pues el repertorio que ha preparado incluye bolero, swing, bossa nova, danzón, dixieland o valses.

Y si de Valencia y de jazz hablamos, imposible eludir a la veterana Sedajazz Big Band, que actuará con Albert Sanz en un espectáculo denominado La suite de l’emigrant, nueva obra del pianista y compositor valenciano, que tendrá su estreno oficial en el marco de un festival que vivirá una de sus jornadas más importantes con la presencia del americano José James, joven talento del jazz vocal que rendirá homenaje a la música de Billie Holiday. Al hilo de su disco Yesterday I had the blues, el cantante asume un complicado reto que, de algún modo, era una asignatura pendiente en su carrera, ya que se crió escuchando las canciones de la inolvidable Lady Day. Un concierto muy esperado, ya que James ha estudiado la ortodoxia del género, pero también tiene claro que «el hip hop es una extensión de la música negra en general, el desarrollo del góspel y el blues», tal como ha declarado al periodista Fernando Navarro en una reciente entrevista.

Otro nombre a retener es el de Stanley Jordan, guitarrista especializado en la técnica del tapping que en 2008 rompió diez años de silencio con el disco State of nature. El cuarteto Nettwork será su aliado en el concierto que ofrecerá en Valencia.

Finalmente, el 15 de julio el festival echa el telón con otro de los grandes nombres de la edición de este año: el pianista Brad Mehldau, que se presenta en formato trío acompañado del batería Jeff Ballard y el bajista Larry Grenadier. Es innecesario presentar a uno de los músicos de jazz más importantes de los últimos años, un artista de formación clásica que combina capacidad técnica y voluntad de riesgo, y supone un colofón de auténtico lujo para un festival que, por fortuna, se mantiene vivo un año más.