La Filmoteca inicia mañana un ciclo sobre la filmografía esencial de Orson Welles, con la proyección de 'El cuarto mandamiento' - The Magnificent Ambersons, 1942 -, dentro del ciclo 'Básicos Filmoteca', que en esta nueva edición se centra en el concepto de cine de autor y su plasmación histórica.

La presentación de la película y el posterior coloquio correrá a cargo de Pablo Hernández, miembro del Aula de Cinema de la Universidad de Valencia.

Con motivo del centenario del nacimiento de Orson Welles (1915-1985), La Filmoteca ha programado los títulos imprescindibles de la filmografía de uno de los grandes directores de la historia, como 'Ciudadano Kane' (1941), 'El proceso' (1962), 'El extranjero' (1946), 'Macbeth' (1948), 'Otelo' (1952), 'Mister Arkadin' (1955), 'Sed de mal' (1958), 'Campanadas a medianoche' (1965) o 'Fraude' (1973).

Orson Welles alcanzó la fama con tan sólo veintitrés años gracias al programa radiofónico 'La guerra de los mundos', inspirada en la célebre novela de H.G Wells, que causó conmoción en los Estados Unidos cuando muchos oyentes del programa pensaron que se trataba de la retransmisión de una auténtica invasión extraterrestre.

El éxito de aquel programa de radio le valió un contrato para dirigir tres películas con el estudio cinematográfico RKO, que le otorgó libertad absoluta como director.

A pesar del inicial apoyo incondicional de RKO, sólo uno de sus proyectos previstos pudo ver la luz: 'Ciudadano Kane', su película más exitosa y una de las obras maestra del cine.

La opera prima de Welles se centraba en la vida y el legado de Charles Foster Kane, un personaje interpretado por Welles y basado en el magnate de la prensa William Randolph Hearst.

Tras el éxito de 'Ciudadano Kane', Welles dirigió 'El cuarto mandamiento', que reflejaba la vida de una familia norteamericana a principios del siglo XX. El montaje final de Welles fue alterado por la RKO hasta tal punto que el cineasta dijo que habían arruinado su obra.

A lo largo del resto de su carrera cinematográfica, Welles ya no conseguiría mantener la independencia artística que se le había concedido en su primera película y muchos de sus proyectos se vieron lastrados por las exigencias y las imposiciones de la industria de Hollywood, pero también por la falta de viabilidad económica de sus propias ideas.

Pese a las dificultades que tuvo siempre para sacar sus películas adelante, Welles prestó una especial atención a las adaptaciones de obras literarias, como 'El proceso', inspirada en la novela de Franz Kafka, o la trilogía de obras teatrales de William Shakespeare conformada por 'Macbeth', 'Otelo' y 'Campanadas a medianoche', presentes todas ellas en este ciclo de la Filmoteca.