Esta muestra ofrecerá casi una treintena de fotografías, pinturas y esculturas de catorce artistas cubanos de los últimos 30 años.
Según una de las comisarias de la exposición, Eleanora Battiston, esta muestra es un "pasaje temporal" por la esencia del arte cubano de los últimos tiempos. La génesis de esta exposición se encuentra en la inexistencia en Valencia de una muestra "que incluya a tantos artistas y con esta mirada profunda".
'La tercera orilla' incluye obras del "renacimiento cubano" de los años 80 con artistas como José Bedia o Eduardo Ponjuán. Pasa también por la diáspora de los 90 (época en la que muchos artistas tuvieron que exiliarse de la isla) con nombres como Glenda León o Los Carpinteros y finaliza con una fotografía del arte más actual y prometedor de la mano de artistas incipientes como Leandro Navarrete o Guibert Rosales.
Para Rafael Acosta, crítico e investigador de arte residente en Cuba, este ese es precisamente el punto fuerte de la muestra: "Esta exposición tiene el mérito de unir a artistas consolidados en grandes circuitos internacionales con otros que apenas están llegando y han irrumpido con mucha fuerza".
Para el crítico, esta suma de voces se traduce en una gran "pluralidad de miradas y de conceptos" muy involucrada con la realidad cubana. "Son miradas que no son complacientes: son cuestionadoras y son polémicas", ha destacado Acosta.
En esta línea se encuentran las fotografías del cubano afincado en España Guibert Rosales. Su obra, que se muestra en la exposición, habla "de las implicaciones que tiene la diáspora" pero mirando más allá de Cuba.
"Es un fenómeno universal, lo tenemos incluso en España con las constantes migraciones y flujos de personas de un lugar a otro que se están viviendo últimamente", ha explicado el artista.
La obra de este joven se plantea las implicaciones que acarrea vivir en una sociedad global, con críticas hacia el sistema capitalista y retratos sobre la dureza de la inmigración. "Las sociedades siguen siendo sectarias, hay mucha mirada de 'la otredad' hacia las personas que vienen de contextos distintos", ha dicho Rosales.
Su obra, ha manifestado, parte de un compromiso claro: "El arte siempre debe ser un punto de partida para analizar lo que sucede en la sociedad seamos artistas cubanos o no".
En esa misma línea se sitúa la obra naturalista del artista plástico cubano Lorenzo Navarrete. "Mi obra está muy conectada a la realidad, al tiempo y al momento que vivo", ha defendido el artista. "Me interesa el suceso político y social que me envuelve" y eso es lo que motiva obras que hablan, por ejemplo, de la decadencia de la industria azucarera en Cuba.
