Es un habitual del mundillo cultural valenciano, tanto en lo que se refiere a su vertiente musical como a la relacionada con la ilustración. Don Rogelio J siempre tiene algo entre manos. Y su última criatura es también una de las más peculiares. Se trata del tercer volumen de una serie titulada Retratos de mis influencias musicales.

«Una de las cosas que más me gusta dibujar son los retratos. No sé el motivo, pero siempre lo he hecho. Un día, compré unos cuadernos cuadrados de dibujo y el formato me sugirió una serie de retratos rápidos a tinta de músicos que siempre me han gustado», comenta al explicar el origen de la serie. «A la hora de plantearlo, decidí dividirla en tres, dedicando un volumen a los músicos anglosajones, otro a los latinos y el tercero a los músicos locales».

De ahí que en la colección recién editada se pueda encontrar a sospechosos habituales de la noche valenciana como los hermanos Marcos y Fernando Junquera o diversos componentes de bandas como Cuello, Betunizer, Retraseres, Derrota, Cementerio, Siesta!, Caballo Trípode, Cigüeña, Mentat, Dwomo, Las Rodilleras y muchas otras que han contribuido a que el actual sea uno de los momentos más interesantes en la historia de la música local.

«La verdad es que aunque casi todos los que aparecen se mantienen en activo actualmente, me he centrado en músicos que ya estaban actuando cuando yo empecé, y por lo tanto me influenciaron de manera más directa. En el libro echo en falta músicos más jovenes que yo, pero el criterio fue ese. Y la cantidad de páginas la marcaron los otros dos volumenes. Hay 63 retratos en cada uno y me hacía falta la misma cantidad».

Selección personal

La selección, por tanto, es muy personal. «La idea, a priori, era dedicarlo a los músicos de la escena underground en general. Músicos con los que he compartido escenario, independientemente de su origen. Pero empecé a dibujar a la gente más cercana y me faltaron páginas. Al final, son personajes que básicamente se han movido por Valencia y Benidorm».

Mik Baro, otro de los ilustradores que más relación tienen con los músicos locales, ha sido el encargado de escribir una introducción en la que destaca que se trata de su «tomo más desnudo y sincero, más cercano», ya que «las fuentes están ahí, a pie de escenario, en el local de al lado metiendo ruido, entre el público acodados en una barra, conocidos y amigos...» No le falta razón, ya que no es lo mismo rendir homenaje a artistas fallecidos como Gene Vincet o Link Wray que hacerlo con los colegas.

Baro alude a términos como democratización y uniformización a la hora de definir la mirada de Rogelio sobre las personas retratadas, pero el autor prefiere hacer alguna matización. «No soy nada mitómano, así que no sé si este es el volumen más desnudo y sincero. El hecho de retratar a alguien no quiere decir que sea su fan o lo idolatre, sino simplemente que, de alguna manera o en algún momento, me ha llamado la atención, y por ello me ha marcado de algún modo. Así pues, este último volumen parece más sincero porque las personas que aparecen en él son más cercanas, pero para mí son igual de importantes los que salen en los otros dos volúmenes», aclara.

En el nivel específicamente artístico, resulta asombrosa la capacidad de Rogelio para captar los rasgos de la personalidad de cada uno de los personajes escogidos. Todos van acompañados de una leyenda con su nombre y la banda a la que pertenecen, pero si no los hubiera añadido, sería igualmente sencillo identificar a un puñado de outsiders que llevan años haciendo de Valencia un lugar mucho más habitable. Benditos sean.

EL HOMBRE ORQUESTA

Observando la minuciosidad y el detalle con que Don Rogelio J aborda cada ilustración incluída en sus colecciones de retratos de influencias musicales, se podría pensar que se dedica al cometido en exclusiva, pero nada más lejos de la realidad. Su actividad se despliega en diversas y sugestivas direcciones. Musicalmente, forma parte del grupo Aullido Atómico, power trío de trash rock and roll con el que publicó el álbum Asalto al corral en enero de 2014; además, también actúa en solitario como one mand band, con el nombre de Tumba Swing.

En cuanto a su faceta gráfica, es el responsable de Ediciones Calamidad, vehículo a través del que publica sus series de retratos, pero también el cómic Desde abajo (pronto verá la luz el número 2) y la revista de cómic e ilustración bautizada con el nombre de su monobanda: Tumba Swing, que en estos momentos prepara el número 4.